Enemiga silenciosa
Prevención es la clave para contrarrestar en nuestro país los preocupantes índices de hipertensión arterial que afecta al 24% de la población. Este mal silencioso, si no es controlado a tiempo, puede ocasionar desde daños cardiovasculares hasta derrame cerebral.
Solo en Lima, 67,869 personas, entre niños desde los 0 años, mujeres y varones, padece de esta enfermedad. Aldo Tecse Silva, coordinador nacional de la Estrategia Sanitaria Nacional de Prevención y Control de Enfermedades No Transmisibles del Ministerio de la Salud (Minsa), da la alerta: la hipertensión arterial se ha convertido en un problema de salud pública, entre otros factores, porque afecta a una proporción creciente de peruanos.
Explica que es el principal causante de ataques cardíacos e infartos cerebrales, lo que deviene en un número considerable de muertes y discapacidad, con lo cual merma la productividad de las familias y presupone una situación catastrófica para la economía de los hogares.
Tecse señala que la hipertensión arterial no conoce fronteras y es una enfermedad propia de la modernidad, la globalización y la creciente concentración en urbes. “Es más frecuente entre las personas que viven en las grandes metrópolis que padecen procesos de migración importantes, con Lima a la cabeza, seguida de Callao, Arequipa, Trujillo, Chiclayo y Tarapoto.”
En todos lados
De acuerdo con estadísticas del Minsa, la región Lambayeque ocupa el segundo puesto con mayor índice de esta enfermedad, con 16,853 casos. Le siguen Callao, con 14,384; La Libertad con 13,550, y Piura con 12,506.
Jesús Carrión Chambilla, médico cardiólogo del hospital Arzobispo Loayza, señala que, de acuerdo con estudios, el mal está asociado a poblaciones que no tienen un estilo de vida saludable, muy independiente de razas, etnias o lugar de residencia.
“Existe la percepción de que la persona que vive en la altura tiene menor riesgo de hacer hipertensión, lo que en parte era cierto, pero no se debía a su zona de hábitat, sino porque sus hábitos no se parecían al morador de la Costa.”
Pero en muchas partes de la Sierra, afirma, ya se lleva una vida similar a la de la Costa. El desarrollo que conocemos en las grandes ciudades se expandió a esos lugares, comida rápida o chatarra, pizzas y otros, conviven con un patrón similar al de una urbe occidental, agrega.
En los niños
Ante este panorama, Carrión Chambilla considera fundamental poner todos los esfuerzos en la prevención que ayude a contrarrestar el mal. “Es más sencillo y barato para el sistema de salud”, asevera. A escala mundial, la hipertensión arterial afecta a entre el 20% y 30% de los adultos de más de 18 años y cerca del 50% de las personas de más de 65 años. En Perú compromete al 24% de personas. Sin embargo, se ha reportado un incremento de casos en la población infantil, en la que alcanza el 3.5%, según informa el Minsa.
El galeno recomienda, entonces, una mayor actividad física en las personas adultas, adolescentes y niños. Los menores también “ya están desarrollando hipertensión y diabetes, así como la obesidad. Adquieren, además, hábitos inadecuados al alimentarse con comida chatarra, inducidos por sus mayores”, recalca.
Es de suma importancia medirse la presión arterial, pues es la única forma de saber si padecemos de este mal, enfatiza. Así, la hipertensión será identificada y tratada con facilidad, lo que evitará posibles alteraciones en el corazón, cerebro, riñón y retina. Después de lo dicho, acuda al establecimiento de salud más cercano y contrólese, los suyos se lo agradecerán.
Se busca disminuir índice
En el Día Internacional de la Hipertensión Arterial, Aldo Tecse Silva, del Minsa, expresa que uno de los objetivos del Estado es disminuir la prevalencia (índice) de casos del mal hasta en 3% durante el próximo quinquenio.
Para tal fin, señala, es necesario evitar la aparición de nuevos afectados, por lo que es urgente trabajar en la adopción de estilos de vida adecuados: alimentación saludable, actividad física, sin tabaco y alcohol.
“Es también importante incrementar la proporción de personas que teniendo hipertensión arterial, logran controlar la enfermedad. Para ello, es importante que reciban educación sobre su mal y a partir de ahí cumplan con su medicación y la adopción de estilos de vida saludables.”
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