lunes, 14 de mayo de 2012

O P I N I Ó N



Vrae ¿de qué se trata?

1.- La opinión pública ha sido convencida que “el problema del Vrae” se resolverá una vez que sean capturados vivos o muertos los Quispe Palomino. Esto es un error. El enfrentamiento militar y policial contra estos narcoterroristas es lo más urgente pero, si se corrigen los errores, de todas maneras serán derrotados. Sin embargo, el problema principal que explica la actual compleja situación económica, social y política en el Vrae, tiene sus raíces en la pobreza, la corrupción y el creciente narcotráfico asentado en la zona.

2.- El 76% de los pobladores del Vrae son pobres y el 50% son pobres extremos. El 63% de las viviendas no tiene luz eléctrica; solo el 10% tiene desagüe y el 14% agua potable. Más de 35 mil familias siembran coca en 19 mil hás. Se estima una producción de 56 mil TM de hoja de coca que son utilizadas para producir 200 TM de clorhidrato de cocaína. De otro lado, restando los costos de producción (incluido el gasto en la corrupción), aproximadamente US$ 70 millones es lo que se reparten los productores cocaleros y US$ 100 millones entre los acopiadores y firmas locales. La ganancia grande se la llevan otros.

3.- La amenaza, el chantaje, la corrupción de autoridades (civiles y uniformadas) y la violencia han existido antes de los narcoterroristas de ahora. Son características del ámbito socio político generado por el predominio de una economía ilegal como la del
narcotráfico. No hay que olvidar que las rondas armadas de campesinos (CAD) que derrotaron al senderismo de entonces, eran productores de hoja de coca y no pocos ligados directamente con el narcotráfico. En la actual situación, la mayoría de la población aparece neutral en el actual conflicto aunque no pocos muestran un apoyo pasivo a la banda armada. En cambio, la desconfianza ante las FFOO crece conforme son mayores sus efectivos que se desplazan en la zona ¡ Ojo con esto!

4.- Ganar la confianza de los pobladores, luchar efectivamente contra la corrupción, derrotar al
narcotráfico y tener un proyecto de desarrollo para la región, son tareas que los políticos responsables no pueden eludir. La presencia y buen funcionamiento de las instituciones y servicios del Estado deben de tener este claro objetivo político. Es el otro lado del combate convergente con los esfuerzos policiales y militares; pero se requiere una misma estrategia y un único mando. La Oficina de un Comisionado Presidencial, con categoría ministerial, debe asumir la responsabilidad del esfuerzo político y militar para llevar a cabo la Pacificación y el Desarrollo del VRAE. Se requiere, pues, un plan de largo plazo y terminar con el inmediatismo, el aprovechamiento, la irresponsabilidad y el apego al ocultismo.


CARLOS TAPIA




Lizada y Otárola deben ser demandados 



Otárola y Lozada deberían ser llevados a juicio. Ojalá algún organismo reúna a los familiares de los nueve caídos durante la mal llamada “Operación Libertad” y los acompañe en una demanda.

Reconocer post-mortem, como lo ha hecho Otárola, que mandaron a los jóvenes combatientes a un territorio desconocido, sin entrenamiento ad-hoc, sin información de inteligencia, es una confesión de lo poco que les interesó preparar esta operación, de lo nada que les importó sacrificar vidas que para ellos parecían ser solo números en la tropa (¡1,500 para el “cerco” decía el comunicado!). Tienen hasta los codos manchados de sangre.

Las investigaciones a los jefes de comando y de patrullas tendrán que determinar cuán evitables fueron esas nueve bajas. Sospecho que fueron casi todas, si no todas, altamente evitables. “No entendí por qué se fue el helicóptero”, ha dicho el S.O. Astuquillca. Menos se entiende por qué nunca más los encontraron a él, a Vilca y a Tamani con vida, estando los tres sanos las primeras 24 horas que fueron abandonados. Dos o tres días después recogerían el cuerpo de Tamani, gracias a los datos de los comuneros. A solo 50 metros Vilca malherido junto a Astuquillca, trataban de hacerse visibles a sus compañeros que jamás los encontraron como sí lo hizo el enemigo nefasto, cazándolos día y noche durante más de quince días.

Y ahora comienzan todos a zafar cuerpo. El jefe de la Dinoes, Salvador Iglesias, dijo a La República que solo estuvo cinco días a cargo, que las operaciones previas las comandó otro general. También tendrá que ser investigado el capitán
PNP Jesús Soto Quintanilla, según Astuquillca fue quien estuvo al mando del helicóptero que los abandonó. “Me voy para tranquilizar el ambiente político enrarecido y polarizado”, ha dicho insensiblemente Otárola ofendiendo la memoria de los caídos. Cuando debió decir: “Me voy porque recién caigo en cuenta que el blindaje de gobierno no puede contra los justificados cuestionamientos a mi ineficiente y letal actuación. Porque quisimos apurar mediáticamente la estrategia y porque le he regalado solo triunfos al mequetrefe de ‘Gabriel’.”

Lozada no se queda atrás. Según lo dicho por un alto oficial a la Revista Domingo, Lozada durante toda su gestión jamás se reunió con los generales jefes de las dependencias policiales para siquiera informarse sobre sus necesidades. El mismo semanario indica que en lo que va del año el sector Interior no ha gastó ni un sol de los 48.3 millones presupuestados para mejoras en las comisarías del país.

Quizás lo único que se puede rescatar de sus inefables actuaciones es que por primera vez en muchos años y bajas, la opinión pública y el periodismo tomamos nota y foco específico sobre esas zonas agrestes, los narcoterroristas que las campean y la valentía de tantos jóvenes entregados a sus instituciones del orden y al país, que sienten un llamado y orgullo especial en trabajar exponiendo su pellejo por todos nosotros. Antes de los desaciertos de Otárola y Lozada, no estaban estos muchachos tan presentes en nuestras vidas y corazones. Ahora, esperemos, nunca dejen de estarlo.

En el juego político, Valdés, tan preocupado él porque no se desestabilice el régimen, debería escuchar sus propias palabras y no cumplir su amenaza de irse. No porque alguna cosa en especial le haya resuelto al gobierno más allá de representar al gabinete de la hoja de ruta, pero méritos para ser censurado tampoco ha hecho. Al menos por ahora, pues Conga aún pende sobre su cabeza, y si resulta cierto que quiere levantarse de un plumazo la estrategia de acercamiento y comunicación en Cajamarca para entrar al caballazo (y que por ello hasta está allanando camino de potencial conflictividad social consintiendo a la minería informal en otras partes del país), quizás se gane un Nobel de la censura.

Ojalá el Presidente esta vez nos visite un poco más de tiempo y tome control de la situación política del país. Porque en estos días éste ha parecido un gobierno en piloto automático y sin software para capear temporales.


CLAUDIA CISNEROS



De robots que leen a humanos que entienden


Hay palabras o expresiones que debemos “leer” volviéndolas a aprender. Esclavitud. Habíamos aprendido que Ramón Castilla la abolió hace tres siglos, pero hoy asoma tras la modernidad a través de los niños mineros que trabajan en largas jornadas con cianuro en las manos y polvo en sus pulmones; o de las adolescentes secuestradas para la explotación sexual en los campamentos mineros de Madre de Dios y otros infiernos que existen bajo cielo peruano.

Libertad de prensa. Consagrada por la Constitución, pero continuamente profanada. Hoy en día el término puede convivir sin problemas con el asesinato de periodistas y la absolución incomprensible de los acusados (caso Valdez, Pucallpa)

Diálogo. Entendido originariamente como comunicación horizontal y abierta, hoy se lo esgrime y “defiende” militarizando las zonas donde está el interlocutor.

Salario Mínimo. Concebido como el que asegura al trabajador y a su familia, alimentación adecuada, vivienda digna, vestuario,
Educación, salud y recreación, ha naufragado en medio del reinado del mercado reduciéndose a la ínfima cifra que se exige a las empresas formales, quedando en manos del asalariado hacer magia para que alcance para comer. Perdió su connotación de derecho y depende de la voluntad política para su incremento siempre parcial y limitado.

Pobreza. Hoy debemos entenderla solo artificialmente, ya que nadie se explica por qué una persona que gana 300 soles al mes ha dejado automáticamente de ser pobre estadísticamente.

Riqueza. Hoy la generación de riqueza se dice perfectamente compatible con la depredación del medio ambiente. Total, lo que se cuenta son las ganancias provenientes de las industrias extractivas y no se contabilizan las irreparables pérdidas por recursos naturales.

Igualdad de género. Se transmite como un concepto sin mayor importancia ni prioridad. Podemos estar tranquilos si nos comparamos con los musulmanes que discriminan y violentan a sus mujeres echándoles ácido sulfúrico en la cara. Nosotros somos un país civilizado y próspero donde solo se les echa agua hirviendo a las mujeres y si mueren 120 al año no importa, porque crecemos a un ritmo de 6% anual.

Operación impecable. Se nos insta a aceptarla como aquella que puede ir acompañada de varios muertos y heridos y un helicóptero derribado (VRAE).

Hoy se plantea mejorar los aprendizajes en comprensión lectora como meta. Hace pocos años especialistas del Banco
mundial instaban, cronómetro en mano, a leer el mayor número de palabras en el menor tiempo posible. Otros reducen la lectura a descifrar textos, empobreciendo el aprendizaje al confinar la “comprensión” a los linderos del texto mismo (ubicar el significado de las palabras, identificar los personajes y sus características, deducir el tema central del texto, reconocer el orden en que se suceden las acciones, etc.). Es urgente recuperar el significado de la lectura como comprensión crítica sobre los mensajes recibidos, hecha desde una reflexión sobre los acontecimientos de nuestro entorno. Sin los pies en la realidad la lectura se transforma en algo mecánico y pierde su carácter trascendente.


TERESA  TOVAR  SAMANEZ




Piratas en el mar peruano


 
Renuncia que es denuncia: eso significa la reciente renuncia de Patricia Majluf al cargo de viceministra de Pesquería. En carta que dirige al ministro de la Producción, José Urquizo, la bióloga expone que en Pesquería ella quiso trabajar por “el ordenamiento de un sector que por años se ha caracterizado por el desorden, la corrupción y la alta influencia de intereses particulares en la toma de decisiones que corresponden únicamente al Estado”.
Corrupción, presión privada: esos son los males que atentan contra una pesquería responsable en el Perú.

El problema es grave porque ya ahora hay especies, como la merluza, amenazadas de extinción. A los amos del mar eso no les preocupa. Solo les interesa llenar con millones de
dólares sus cuentas bancarias.

En entrevista con El Comercio, la renunciante recuerda que en una presentación dijo que había entre 20 y 40 por ciento de pesca no declarada de anchoveta, y esto provocó un escándalo.

Dijo también la exviceministra: “de todas las infracciones que se cometen en el mar peruano, menos de diez por ciento llega a sancionarse, y de ese diez por ciento ninguna paga”.

Algo más expuso: “todos los sistemas de control están tercerizados y pagados por la industria”. En el
Perú, caso único en el mundo, los controles no los ejerce el Estado. En el Perú, los gobiernos ponen al gato de despensero.

Nuestro mar, nuestro rico mar, el mar más rico del mundo, está, pues, en manos de unos piratas desalmados e impunes.

La doctora Majluf, bióloga por la Universidad “Cayetano Heredia” y doctora en Zoología con especialidad en Ecología de Lobos Marinos por la Universidad de Cambridge, Inglaterra, denunció en su carta de renuncia que la Asesoría Jurídica de la Dirección General de Extracción y Procesamiento Pesquero había preparado un proyecto de Decreto Supremo que permitiría la extracción de pota sin los requisitos hasta ahora vigentes. La idea era (o es) facilitar la depredación del recurso por empresas extranjeras.


¿Quién encargó la redacción de ese proyecto?


Yo añadiría a las inquietudes de Patricia Majluf una que nace de una conversación con un grupo de patrones de naves pesqueras: ¿nada más que pescado y harina van en sus embarques?

Ha dicho, por otra parte, la señora Majluf que los grandes de la pesca pagan de canon solo tres
dólares por tonelada de pescado; pero cobran 1600 dólares por cada tonelada de harina de pescado que exportan.

Esto trae el recuerdo de lo que me dijo una dama europea. Un pesquero español le había confiado que le daba vergüenza lo poco que pagaban por las deliciosas especies que se llevaban del
Perú.

Lo mismo me dijo una joven ejecutiva de Corea del Sur, cuya compañía estaba a punto de invertir en pesca en el
Perú
: “También a nosotros nos avergüenza lo poco que nos van a cobrar”.

 

CESAR  LEVANO

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