REALIDAD - ENFOQUE

SERIEDAD ANTE ANUNCIO DE FENÓMENO DEL NIÑO

Ya no es una sola versión. El anuncio cobra dimensión en tanto de él, se ocupan organismo universales y con mayor difusión los mecanismo peruanos. Claro que no lo han confirmado, sería muy prematuro, pero el comportamiento del clima y de la temperatura del agua del mar, constituyen mas de una advertencia.

Así como se viene observando el comportamiento de un clima muy voluble, agresivo, extraño, a tal punto que algunos organismo no dejan de sostener que este año no habrá estación de invierno, lo cual en otros tiempos constituiría una herejía, con toda la responsabilidad que hoy debe manejar el ser humano, no se está para descartar el desarrollo de cualquier inesperada eventualidad.

Principalmente, hoy mejor que nunca, por el violente cambio climático que no sólo influye en las reglas y ciclos medioambientales, sinó aunque muchos lo duden, está influyendo en el cambio de la conducta humana, la vida, fauna, flora del planeta en todas las latitudes. Frente a este inusitado tiempo de vida, hay que actuar con mucha coherencia y máximas medidas de responsabilidad.

Por la circunstancia que todos los pueblos del norte peruano, especialmente la Provincia de Talara, que ya hemos saboreado el castigo de un fenómeno del Niño, no debemos asumir ni embarcarnos en la imprudencia de no tomar medidas, o prepararnos a fin de amenguar los daños que de todas maneras vienen por encima de todas las medidas de seguridad que se puedan adoptar.

Recogiendo un poco de lo anterior, Talara es una ciudad muy fragil, su estrategia y geografía donde se ubica no la ayuda, y quedaría sepultada si se dá la drasticidad que se viene anunciando. Los anuncios tendrían efecto multiplicador a lo ocurrido en el Niño de 1983 cuando la ciudad de Talara se quedó semi-sepultada de barro, sin el servicio de agua por 8 meses y con deficiencia hasta la fecha; sin energía eléctrica por el mismo tiempo, sin alimentos, medicinas etc.

Como hemos tenido la desgracia de haber creido que ese diluvio fué un hecho aislado, irrepetible, no hemos tomado en estos 29 años que transcurrieron las precauciones, medidas, mecanismos que establezcan las seguridades requeridas en caso de un regreso del fenómeno. Si se quiere por el crecimiento demográfico, estamos en peores peligros que la vez anterior.

Las pequeñas y esporádicas lluvias del verano anterior, ya han sido un indicador, establecen que en materia de defensa civil estamos en cero. Imprudentemente se ha venido autorizando para que familias con necesidad de vivienda, se ubican en pampas y cerros, relleno de canales del discurrimiento de las aguas. Todo esto, va alimentar y facilitar que la destrucción venga mas pronto.

Ya la población está alarmada, no se ha registrado nada en absoluto, pero los anuncios son apocalipticos. De tal manera, que no quedan mas que 7 meses para iniciar a todo dar, la construcción de toda la infraestructura, habilitación de defensas, canales, cunetas, muros de contención. Hay que prevenir en campañas educativas a la población que se agencien de depositos de agua, procurar asegurar la defensa de las casas, consultar con los médicos por el tipo de medicinas que se deben tener de primera mano.