martes, 22 de mayo de 2012

RICHARD KINBOLL



DESDE   MI   ESQUINA

EL MARTIR DE LA CLASE OBRERA DE TALARA

ANÉCDOTA SOBRE LOS RESTOS DE ALEJANDRO TABOADA CRISANTO
(1931 - 2012)

Me emociona escribir, escudriñar sobre la vida del mártir de la clase obrera petrolera, Alejando Taboada Crisanto. Oriundo de Catacaos (Piura) y un "Cholo" a todo dar, protagonista de una historia sin par, ilustre; sacrificio y martirologio para sus hermanos trabajadores.

Me alegran dos cosas muy importantes que me han ocurrido en la presente semana. Primero, un coloquio muy interesante e ilustrativo que sostuve con Lucho Núñez Taiman, veterano paladín, luchador infatigable del sindicalismo petrolero; Segundo, que en una hermosa y muy fraterna carta que me dirige, guardaré celosamente en mi cofre de archivos sus expresiones, y de seguro, algún dia me ayudarán e inspirarán para escribirle sus memorias; con aquel envío, recibo un hermoso libro titulado: "Ensayo de la Historia del Sindicalismo Petrolero".

En el transcurso de la conversación muy coloquial, "Don Lucho" como lo reconoce muy cariñosamente el pueblo de Talara, me confió la siguiente semblanza: "Mire Ricaldi, me dijo con mirada profunda, como si se transportara en el tiempo al pasado, cuando fuí alcalde y decidimos el traslado del viejo cementerio enclavado en el Centro de la ciudad, tratamos de concentrar mucho esmero para rescatar los restos de "Alejandro" que deberían estar según la historia que venía de generación en generación, debajo de la Cruz Mayor, ubicada en el centro del panteón".

"Para la operación contratamos los servicios de expertos y ágiles campesinos que trajimos desde Miramar (Caserío de la Provincia de Paita), la operación estaba dirigida por el panteonero Carbonell, ducho conocer de los secretos del camposanto. La jornada, a sugerencia de los campesinos, se comenzó con la fresca madrugada, con el apoyo de su anisadito comprado en el rinconcito de la 'tía niña', tradicional costumbre para protegerse de algún 'mal espíritu suelto en pena'. Pero sucedió lo inesperado, después de alguna horas de palaneadas y palaneadas, que los 'miramareños' escarbaron como topos, llegaron hasta casi tres metros de profundidad y no aparecieron nunca las osamentas del inmortal mártir".

Para no generar suspicacias en la masa trabajadora y en el pueblo de Talara, los resultados se guardaron con mucho sigilo y hermetismo. Se trataba de evitar la propagación de comentarios tendenciosos y falsos, como antojadizas historietas; por aquel tiempo nuestros paisanos eran muy supersticiosos. Empero, cuando se creyó que se guardaría fiel secreto sobre la realidad de la fosa de Alejando Taboada Crisanto, diversas versiones comenzaron a filtrarse, siendo que muchos dentro de la cultura popular, sostenían que el alma de Alejandro, se había liberado de la muerte y se encontraba encarnada en la lucha y espìritus de sus hermanos petroleros.

Luego de algunos minutos de silencio 'don Lucho', afirmó, el cadaver de Alejando no podía encontrarse en el viejo panteón de Talara, porque desde un comienzo, los primeros cronistas, revelaron que acabada su vida, despuès de ser masacrada por el sicario Talavera, sus restos sangrantes y destrozados por las bayonetas, los embarcaron en el famoso lanchonsito "chilalay" y lo llevaron a fondearlo en alta mar.

Simbólicamente, en el nuevo cementerio La inmaculada, mas conocido como 'la Campana', se levantó posteriormente otra Cruz mayor, que los viejos petroleros visitan con toda veneración, realizando los primero de mayo y otras fechas, romerías con discursos exaltando la bravura y hermosa reseña del mártir; pero sucede que para dicho lugar, se esconde otra historia, que los restos de otro Alejandro: Alejandro Garibay del Solar, gran dirigente y orador muy versatil, también fueron ubicados al lado del mártir, su tocayo Alejandro Taboada... ni uno ni otro se encuentran bajo esa bendita y misteriosa tierra, volviendo mas enigmática la presente historia, parte de las grandes confesiones de don Lucho Nuñez Taiman.

IMPORTANTE: El libro Reseña de la Historia del Sindicalismo Petrolero, está a disposición de los lectores ávidos de esos ricos acontecimientos en la Avda. A-87 en la ciudad de Talara.

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