EL BULLING LABORAL EN TALARA
La diferencia estriba que una cosa es el colegio, y la otra idéntica, con los mismos despropósitos, en los centros laborales. En el colegio, como vienen opinando los especialistas, se trata de un concurso de fuerzas, comportamientos agresivos, fenómeno socialmente peligrosos de un conjuro de alumnos, en detrimento de un compañero a quien le dan trato de "piñata".
Claro que de ello, podemos decir, que no se trata sólo de alumnos con mentalidad agresiva y delincuencial, no hay que soslayar que por desidia o temperamento también interviene el director,
profesorado, padres de familia, y hasta el mismo alumno (a) agredido, cuando no tiene o asume el temperamento, de optar por su propia defensa o ejercer la denuncia respectiva.
El bulling como fenómenos social creciendo en demasía en los últimos tiempos, se torna pernicioso porque en el aula escolar, destapa los viejas diferencias, las grietas que afectan la raza humana desde allende los tiempos. Allí en el aula, el blanconcito, el alumno que proviene de una familia adinerada, mejor vestida.. forma su élite y se lanzan a volcar su aversión hacia el compañero semejante.
Ahora, utilizando los mismos conceptos, la misma escenificación del fenómeno escolar, verificamos la existencia de una experiencia clonada; la diferencia social es que mientras uno se dá en el colegio, el otro se produce en los mecanismos laborales. Mayormente donde existe una empresa extranjera, de entorno capitalista que aplican sistemas de explotar los recursos bio-humanos de sus trabajadores. Al frente de ese aberrante sistema existen patrones-verdugos de la empresa contra el trabajador.
Haya de la Torre en su obra cumbre "El antiimperialismo y el Apra", es bastante preciso y oportuno para advertir y recomendar el cuidado que había de tomarse frente a la incursión capitalista. Aquí en el Perú, sucedió lo predecible, el paso de todas aquellas imperialista, dejaron como tara, el abuso, la intolerancia de vejar, someter, explotar laboral y socialmente al trabajador peruano. Las leyes y el sistema jurídico del pais, fueron letra muerta al extremo que ni los mismos gobiernos se atrevieron a defender.
La Provincia Petrolera de Talara, es fiel reflejo de todos estos hechos de oprobio. Aquí el Estado no sólo ha permitido la explotación indiscriminada, desigual de su riqueza y recursos; lacónicamente, ha consentido y tolerado que el extranjero genere un clima de esclavitud laboral, un verdadero "bulling de la empresa contra el trabajador peruano. Que diferencia entre uno y otros sistema?; en los dos existe agresión, trato inhumano, indiferencia de la función tutelar del Estado.
La vorágine que sustenta el bulling laboral, lamentablemente no es de ahora, la historia viene desde muy atras, desde la época de la perversa IPCº, quien declaraba tuberculosos, incapacitados a los dirigentes despidiéndolos y votándolos al amparo del silencio de los gobernantes y dictaduras de turno. Hoy en día la historia continúa y se afianza de manera sinuosa, de alli, el permanente estado de paros, huelgas, protestas agotando todos los niveles de la legalidad, y siempre, la soga rompiéndose por el lado mas débil.
Empresas como Petrobras, sus contratistas, Savia y sus filiales, Petrex, Sapet, interoil, y otras aplicando el bulling, con el contubernio de las actitudes de autoridades anti peruanas convertidas en autoridades-pro patronales, asalariadas y sometidas al perverso don dinero. Es el bulling mas descalificante en las relaciones jurídicas entre el Perú y las empresas transnacionales.
DIRECTOR DE ASPETA
RICALDI RAMIREZ RUÍZ
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