miércoles, 12 de setiembre de 2012

N A C I O N A L

 

Todos contra el terrorismo

 

La presencia de las bandas criminales de Sendero en el VRAEM no solamente entraña un problema militar y policial, sino también que se trata de una intolerable agresión contra la población civil de esa región, toda vez que impide el desarrollo de los pueblos, los mantiene aislados y sojuzgados.
 
Se ha comprobado que los niños y las mujeres figuran entre las principales víctimas de la organización criminal dirigida por los hermanos Quispe Palomino. Ellas son secuestradas y violadas y los menores son adoctrinados desde la primera infancia y cuando crecen son adiestrados en el uso de armas de guerra para utilizarlos en sus ataques a las fuerzas del orden y contra quien se oponga a sus actos delictivos.
 
No se trata pues de una fuerza insurgente contra un orden injusto, sino de hordas criminales que están incursos en delitos de lesa humanidad penados por la legislación penal vigente y por los organismos internacionales que se encargan de garantizar el respeto a los derechos humanos por medio de convenios vinculantes.
 
En los últimos meses el problema de los remanentes del terrorismo se ha agravado con la aparición de organizaciones supuestamente políticas, que en realidad son pequeños, pero activos grupos de fachada que reclaman la libertad de Abimael Guzmán y sus cómplices, y defienden la ideología subversiva.
 
A dos décadas de la caída de Guzmán y del derrumbe de su organización criminal, estos grupos pretenden que el pueblo peruano olvide el baño de sangre, dolor, y las cuantiosas pérdidas materiales que ocasionó Sendero Luminoso en una demencial escalada que se prolongó por más de diez años.
 
Uno de sus actuales objetivos es, evidentemente, que las nuevas generaciones de peruanos admitan su contrabando ideológico y político y acudan a sus organizaciones que, en el fondo, pretenden reavivar la ola terrorista.
 
Por estas razones, el gobierno del presidente Ollanta Humala Tasso trabaja intensamente en diversas estrategias para liquidar definitivamente a los grupos armados que operan en el VRAEM y combatir a las agrupaciones terroristas de fachada.
 
En los campos militar y policial se ha logrado derrotar al terrorismo en el Alto Huallaga y los grupos armados del VRAEM vienen sufriendo golpes importantes como la reciente muerte del 'camarada William' y la incursión en un campamento senderista donde se ha rescatado a dos mujeres y tres niños cautivos.
 
En forma simultánea, se ha destinado un presupuesto especial para un vasto plan de obras sociales en el favor de la población del VRAEM como la construcción de un gran anillo vial que saque a la población de su aislamiento, edificación de escuelas, postas médicas, tendido de redes eléctricas, telefónicas y agua potable.
 
Pero la acción del Estado no debe quedar aislada. El sector empresarial, los gremios laborales, partidos políticos democráticos, maestros, autoridades locales y regionales, medios de comunicación, todos tenemos un papel activo y fundamental.

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