viernes, 14 de setiembre de 2012

A C T U A L I D A D

 
 
Conceden garantías personales y posesión a comerciantes
 
 
El sindicalista, precisó que al constatar que comunicadores sociales difunden por la radio y televisión la demolición del mercado Central, solicitó a la Gobernación las garantías respectivas para evitar que las autoridades vulneren el derecho de posesión de acuerdo al artículo 950 del Código Civil.
 
Opinó que lo único que hacen a través de estos actos intimidatorios es atentar contra su libertad de trabajo. Dijo que cuentan con una maqueta para construir el mercado, y por ello no necesitan del asistencialismo de la Municipalidad. Indicó que ellos (comerciantes) solicitaron múltiples audiencias al alcalde, Rogelio Trelles Saavedra, para entablar un diálogo y buscar una solución para iniciar la modernización del mercado, pero el burgomaestre nunca asistió a las reuniones convocadas.
 
El gobernador político, Wilmer Córdova Calle, al constatar la difusión por medios radiales y televisión, para la demolición del centro de abastos, dispuso otorgar las garantías personales y posesión a los comerciantes. Con esto, dijo Rojas, las autoridades no podrán ejercer la fuerza para disponer e imponer la demolición del mercado Central.
 
 Señaló que las autoridades al tratar de demoler el mercado serán denunciadas ante las autoridades competentes. En una última reunión, el presidente de la Comisión de Mercados de la Municipalidad, Javier Escobedo, mencionó que está todo listo para iniciar la modernización del mercado Central.
 
 
 
Nos quedamos sin playas
 
 
Foto 6Al ver que la arena de las playas de Piura va desapareciendo la pregunta que surge es ¿La gente invadió la propiedad del mar o algo está cambiando y el mar sube de nivel y se mete a la propiedad de la gente? Como quiera que sea, Colán y Máncora se están quedando sin playa y los primeros perjudicados son los propietarios de las viviendas de las casas de la denominada primera fila. Sin embargo, hay que señalar que lo dispuesto por las leyes peruanas para la construcción de viviendas en el litoral, es a cien metros de la línea de alta marea. Y todos sabemos que eso no se ha respetado ni se respeta.
 
En el caso de Máncora, los pobladores antiguos sostienen que algunas veces el mar llegaba hasta la carretera Panamericana y en Colán, la tradición dice que hubo momentos en el que el agua llegó hasta donde está la comisaría. A todo ello se debe de agregar que debido al cambio climático los mares están incrementando su nivel año tras año y contra esto, el hombre no puede. El fuerte oleaje de estos días ha desnudado una serie de problemas en Máncora. Los hoteles, restaurantes y otros han sido afectados y la situación se torna cada día más crítica. Los pobladores reclaman el enrocado. Sin embargo, colocar piedras en la playa defiende las casas pero deja sin espacio libre para los veraneantes. Un arma de doble filo, el turista busca sol, arena y si se pierde la playa, Piura perderá mucho de su atractivo.
 
 
 

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