REALIDAD - ENFOQUE

5 DE ABRIL DE 1992 Y SU REPERCUSIÓN EN LA ZONA PETROLERA

Existen pueblos que pronto olvidan que fueron agraviados, y otros que evidencian poca estima, carencia de temperamento para hacerse prevalecer ante la historia. El referente viene como consecuencia que acabamos de recordar con impotencia el acto vergonzoso del 5 de abril de 1992, fecha de la incursión de la última y mas vergonzosa dictadura de la historia del Perú.

Una historia protagonizada por un descendiente japonés que dilapidó la Institucionalidad del país, pisoteó el Estado de Derecho, le robó lo que quiso al PERÚ, y despuès fugó a refugiarse al Japón su patria de ancestros. Aquella fecha, 05 de abril de 1992, se dió un auto golpe de gobierno que enmarco: 1.-cierre del Congreso de la República, 2.- Asalto e intervención al Poder Judicial, 3- Lo propio en la Contraloría General de la República, Tribunal Constitucional; 4.- Y creación de SIN, macabro y siniestro organismo al mando de Vladimiro Montesinos, que puso al Perú como pais al servicio del Narco tráfico internacional. Así fué en blanco y negro la dictadura fujimontesinista.

Su principal desgracia además del robo, y del envío para que sus hijos con dinero del Perú estudien en las principales universidades de los EE.UU.; fué el crimen y la desaparición de peruanos, cuyos cadáveres fueron encontrados mucho tiempo después en fosas clandestinas. Como crímenes de personas, tambien se cometieron crímenes sociales, históricos como la vendeta entregista de la riqueza del Perú via la privatización, a grandes transnacionales que hasta la fecha, vienen explotando y usurpando sin reserva ni protección la riqueza nacional.

Resulta muy extraño que ante una fecha de repudio, si tomamos en cuenta que ese 05 de abril, fué padre y madres de muchas grandes monstruosidades vende patria, como el fenómeno de la Privatización de empresas productivas de Estado; inaudito, resulta que el pueblo luchador petrolero, víctima de aquella dictadura, no se haya pronunciado por intermedio de sus hijos que se mantienen vigilantes y titulares en su defensa.

Cuando se cerraron las puertas del Congreso de la República, y la intervención a otros poderes, la dictadura quedó con el camino libre, expedito para instalar el despojo mas despiadado al entregar nuestra riqueza petrolera, sin contemplar la protección al desarrollo nacional. Desarrollo auténtico que se truncó, agravando la privatización, el despido de 10 mil trabajadores de la zona petrolera.

Con la privatización de Petroperú, se vino abajo la galopante Industria de la Petroquímica que impulsó el gobierno de Juan Velasco Alvarado, funcionando como orgullo nacional: Las Plantas de Fertilizantes, Negro de Humo y Solventes. Con la privatización, a la población se le cortó el gas por ductos a domicilio, que lo benefició por derecho propio por mas de 50 años.

Por la privatización, la economía en la zona petrolera se condensó; en equivalencia, Talara ingresó a un receso social, fenómeno que hasta ahora puede superarse generando gran daño para su desarrollo. Por la privatización, un gran sector de ya casi futuros profesionales, hijos de trabajadores petroleros, tuvieron que abandonar las universidades.

Dos conclusiones muy importantes y de gran contenido histórico han debido tomarse en esta fecha, 1.- Un pueblo confinado a un estancamiento inaudito, debió expresar sus sentimientos con una embanderamiento a media hasta en Talara, como lo han hecho otras ciudades; 2.- Mediante un pronunciamiento, exigir se incluya en el juicio al dictador, la reparación de los daños históricos a Talara. El pueblo petrolero debe auto imponerse la prohibición, de nunca olvidar el oprobio que le causaron los aluviones de ese perverso 05 de abril de 1992.