Escribe:
Ricaldi Ramírez Ruiz (*)
Vamos opinando sobre el anuncio que hiciera la Central General de Trabajadores del Perú (CGTP) que a nivel nacional ha decidido realizar una marcha en apoyo y respaldo al Gobierno. La decisión corresponde a la CGTP-Lima y filiales como la de Talara, que también está dando instrucciones de acatamiento a dicha medida.
Frente al acuerdo de la primera central de trabajadores del Perú, las más poderosa y la de mayor número de afiliados, en lo correspondiente a esta opinión; para decir que es una de las pocas veces en la historia política laboral del país - por no decir la primera- que se adopta una decisión de esta naturaleza. Estamos acostumbrados a que ella, como sus congéneres -La CTP, CUT, CITE y varias más- en todos los gobiernos hicieron marchas sí, pero de protesta, en desacuerdo, obligando a aquellos en rectificarse para anular medidas bien laborales, sociales que no se encuentren en armonía con el bien nacional.
En efecto; allí está en la historia, el recorrido de todas ellas. La CTP en sus pretéritas grandes jornadas de lucha laboral frente a las dictaduras, en los tiempos de predominio popular del Aprismo; La CGTRP, central que se implementó en defensa de la revolución de Velasco Alvarado; escasamente evidenciaron una descarada y abierta intención en demostrar sus simpatías a los diferentes gobiernos. Pierden credibilidad y dejan de ser el sostén de seguridad para la excelencia de las relaciones laborales del Perú.
Se sobre entiende que todas ellas y otras que pudieran nacer en adelante, respondiendo al interés nacional de los trabajadores, no son organizaciones políticas; sus fines y finalidades, contenido organizacional, social, laboral va por un camino diferente. Su misión en el país es plantear con eficacia las políticas más justas, acordes a la realidad del país y en beneficio de la clase laboral. Generalmente, cuando los gobiernos anuncian medidas o modificatorias a la legislación laboral que se aplica en el Perú, se les pide opinión antes de promulgarlas.
Para conservar la mejor imagen y credibilidad de todas ellas, comenzando con la CGTP resulta importante que se mantengan en sus verdaderos cauces o conserven su total independencia. Se permitirá dentro de una opinión coherente que los jerarcas de ellas, expresen sus simpatías o anexiones personales a determinados gobiernos, pero no se debe comprometer la participación de toda la Institución. Aun cuando tal o cual gobierno - presente o del futuro- se desplacen consagrando importantes medidas; no es prudente ir y arrojarse a los brazos de Morfeo.
Podría ocurrir que en la siguiente toma de medidas, como ahora que han pasado más de diez años donde el Congreso de la República por intereses irreverentes, no promulga la Ley General del Trabajo, o, que sencillamente se deje de cumplir el programa de promesas; y el país asistiría a un escenario voluptuoso de comportamiento que desdigan la línea y conducta de aquellas grandes centrales laborales.
Es mucho más, el presente gobierno del Partido Gana Perú bajo la administración del Comandante Ollanta Humala, apenas si lleva 75 días de instalarse; sería poco serio evaluarle a fondo en tan corto tiempo. A un gobierno se le respalda conforme es la intención de la CGTP cuando existen fuerzas intrínsecas y extrínsecas que están atentando contra su estabilidad o estructura. Lo cierto es, que el gobierno del Presidente Ollanta Humala en estos cortos días de iniciada su administración, evidencia un muy buen estado de salud, tanta es esa realidad, que las encuestas le determinan una popularidad que está por encima del 70%.
Con esta medida la CGTP lo único que logrará es gastarse y pecar de ingenua, adicta, incondicional a los quehaceres del gobierno. Hemos dicho ese no es su itinerario, la decisión es muy madrugadora. Hay que guardar energía para cuando sea verdaderamente necesaria. Para evaluar a un gobierno y dar un veredicto justo, equitativo, esta debe provenir de las estructuras y voluntades más profundas del pueblo; como se dice hasta el cansancio, de los de a pié. Las cúpulas que generalmente se han enraizado y actúan por intereses personales ajenos a la verdadera realidad que vive el trabajador peruano, no tienen autoridad para que por su propia cuenta otorguen veredictos que no se explican en el plano ético.
Marcha de apoyo a qué. Si la administración nacionalista todavía no inicia las medidas de fondo, las que reivindiquen plenamente a los trabajadores de todos los sectores. Medidas que aclaren y pongan en su sitio a grandes empresas con medidas opresoras. Hay que esperar que se promulgue la nueva Ley General del Trabajo y certificar que ella sea la verdadera respuesta social del trabajador peruano. Mientras tanto, a nuestro juicio, el secretario general de la CGTP, señor Mario Huamán, no está actuando con la cordura respectiva.
(*) Periodista
Director NoticiasTalara.Com
Prensa Digital
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