sábado, 22 de octubre de 2011

OPINIÓN… Se acelera la inclusión social

Autor:
Jorge Sandoval Córdova *

Con la promulgación de la ley que crea el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis), los peruanos entramos en una nueva y decisiva etapa en la prolongada lucha que comenzó en los albores de nuestra vida republicana por alcanzar el ideal de una sociedad justa, solidaria e igualitaria, sin explotación ni desigualdades.

En cerca de dos siglos de historia, en vez de cerrarse los abismos y brechas existentes entre el Perú oficial y privilegiado de unos pocos y la lacerante pobreza de miles de pueblos del Perú profundo y olvidado, se fueron ahondando.

Gobiernos sucesivos, cuando arribaban al poder, anunciaban con mucha pompa que se encargarían de dar la batalla definitiva para erradicar la pobreza y el subdesarrollo de la patria y, sin embargo, acabaron gobernando a favor de los tradicionales grupos económicos y le dieron la espalda a los pobres.

Los programas de ayuda social para paliar las urgentes necesidades de los menos favorecidos nunca superaron su carácter asistencialista, temporal y populista, pues servían a los políticos de turno para obtener los votos de los pobres a cambio de dádivas y promesas.

Tal como ha sido concebido, y respondiendo a la voluntad política del gobierno del presidente Ollanta Humala Tasso, el Midis no será una aparato burocrático sino, por el contrario, está asumiendo un papel rector y ejecutivo de la política de inclusión social, eje principal para la construcción de una nueva sociedad sin desigualdades y con oportunidades para todos, basada, claro está, en el desarrollo sostenido para crear riqueza, empleo con seguridad y garantías plenas para las inversiones.

Creado por ley de la República, el Midis le dará un marco jurídico, con carácter vinculante y obligatorio,  a programas como Pensión 65, Cuna Más, Juntos, Foncodes, Pronaa, Gratitud y Wawa Wasi.

Se crean asimismo las condiciones necesarias para que esa red de la inclusión social sea ejecutada por mandato, tanto por los ministerios y organismos involucrados del Poder Ejecutivo, cuanto por los gobiernos regionales y las municipalidades.

El Midis controlará y fiscalizará constantemente la distribución de los recursos, y garantizará que los programas cumplan con su misión inclusiva, en términos de ayuda inmediata, ejecución de obras de infraestructura básica, suministro de servicios vitales e incorporación progresiva de la población al aparato productivo del país.

En este cometido, el nuevo ministerio también desempeñará un papel fundamental para hacer efectiva la focalización y reorientación de los programas, evitando la dispersión y malversación de recursos.
Se trata, en suma, de pasar de una concepción asistencialista y estéril de la lucha contra la pobreza a un proceso productivo en los bolsones de pobreza de nuestro país. La inclusión social ha empezado a trascender más allá del discurso político y en el futuro dejará de ser un simple saludo a la bandera. 

*Periodista.

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