domingo, 23 de octubre de 2011

Editorial… Los mercados paralelos: peligrosos y agiotistas

Escribe:
Ricaldi Ramírez Ruiz (*)

Desde algunas semanas atrás la Municipalidad de Talara por intermedio de su Gerencia General que dirige el empresario Manuel Delly Mendoza, ha puesto la puntería en un punto que hace mucho tiempo, resulta crítico, embarazoso, complicado por el perjuicio y peligrosidad que representa para la población en su condición de consumidora de alimentos, medicinas.  Se trata de una realidad muy delicada y en donde como lo advirtió el referido funcionario municipal, constituye un deber abordarle, manejarle y plantearle una solución.

Se refiere a la realidad que ofrece el mercado formal, cuando dentro de él, se esconde otro mercado paralelo, agiotista, informal y amenaza permanente de socavar la salud de la población usuaria. Se le mira como la otra cara, el lado oculto que contrae su abordamiento en aras de asumir una auténtica función municipal.

Ya diferentes medios de comunicación, profesionales de la medicina y otros, han advertido sobre ello.  Por ejemplo recientemente el conocido médico cardiólogo Luis More Ayala, ha emitido importantes y puntuales opiniones, advirtiendo uno de los tantos casos: La venta de medicamentos que se expenden especulativamente sin control alguno bajo la etiqueta de medicina natural.  Con ese cuento, muchos seudos ·"comerciantes naturistas", sin responder a ningún censo, título ni autorización, pueblan los mercados a vista y paciencia no reparando los graves peligros que sus actividades concitan en detrimento poblacional.

En el misma actividad, se comprueba por denuncias permanente de la población usuaria, de la existencia de boticas y farmacias que expenden productos rebasando las fechas de  vencimiento y exponiendo tarifas especulativas muy por encima de las establecidas en las escalas  del Ministerio de Salud.  El público consumidor pone en evidencia que estos negocios no cumplen con publicar en lugares visibles los carteles que demanda el código del consumidor.

Otras muchas actividades como: comercialización de carnes, comidas por intermedio de restaurantes sin calidad ni promedio alimenticio; proliferación y venta de comida "chatarra"; alimentos sin el riguroso control preparados en forma precaria y ambulatoria.  De un censo que la Gerencia Municipal ha realizado en los últimos 6 meses se establece que solo en la periferia del mercado central, funcionan más de 200 puestos que preparan alimentos al paso sin contar con los servicios básicos: agua, servideros finales de las comidas que se arrojan en las inmediaciones.

Los mercados formales no solamente adolecen de esta inadecuada realidad, son verdaderas bombas de tiempo.  El desorden, la tugurización, la contaminación;  todo ello, se combina con otras actividades de elevada peligrosidad como por ejemplo, la existencia promedio en un centenar de remedo de ferreterías al interior de los mismos, que sin pasar control ni censo alguno, expenden combustibles, pinturas, disolventes, productos químicos como: ácidos, cetonas y muchos más.

Dice el Gerente General de la Municipalidad de Talara, señor Manuel Delly Mendoza:  Se define como mercado paralelo, en tanto todo lo descrito y algo mas como la comercialización muchas veces de carnes rojas y blancas que se expenden, no están autenticadas y de allí que el público consumidor siempre expone sus denuncias que muchas carnes vienen de la clandestinidad.  Es mercado paralelo, con actividades no controladas ni autorizadas, donde se pone a la venta la especulación, el producto, el alimento que no se encuentra certificado.  Por estos excesos, muchas personas que adquirieron alimentos como: quesos, carnes aliñadas, alimentos de la industria porcina, terminaron en los hospitales afectados de graves intoxicaciones

Se toma la conclusión que es mercado paralelo, peligroso y especulativo; porque nada de ello, se encuentra certificada la calidad, se  vende clandestinamente evadiendo los controles municipales.  Y es especulativo en el instante que el seudo comerciante por su propia cuenta establece rigores de calidad e impone precios no controlados por nadie.  Estos seudos comerciantes usurpan la facultad de recetar medicinas naturales, cuya eficacia, no ha sido comprobada ni autorizada.

(*) Periodista
Director NoticiasTalara.Com
Prensa Digital
 

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