sábado, 29 de octubre de 2011

Editorial… Equidad para los operativos inopinados

Escribe:
Ricaldi Ramírez Ruiz (*)



Cuando sientas conflictos con mis ideas,
Reivindícate con las tuyas.

Muy a pesar que la realización de estas labores está respaldada en el marco y atribuciones legales, mayormente no se perciben los resultados y se ejecutan cuando existe presión ciudadana por coyunturas sociales grávidas que obligan al despliegue de autoridades con toda su logística que cuentan.

Lo real e interesante es que deberían aplicarse de modo permanente, donde se compruebe el rol vigilante de la ley y la autoridad, aplicando de modo continuo los procedimientos que pongan en sus sitio trasgresiones, peligros sociales, inseguridad ciudadana y otras formas de vida crasa, que alteran y afectan las buenas costumbres, la paz, el respeto.

Estamos acostumbrándonos en el acontecer de la vida social del país, que sólo cuando se dan emergencias, contratiempos, alteración del orden ciudadano y hasta constitucional, se anuncian las formalidades de aplicación de los "famosos operativos inopinados", medidas extraordinarias, suspensión de garantías; resoluciones que se ponen vigentes mientras dure la intranquilidad social emergente.

Mayormente se aplican cuando arrecia la inseguridad ciudadana: los asaltos, robos, raptos.  Cuando una ciudad se encuentra afectada por estos trances y se percibe la preocupación ciudadana;  las autoridades buscan de emergencia reuniones y provocan el montaje de operativos, que luego se diluyen, se desmontan cuando la tensión baja.

Eso demuestra un carácter de la ley que no es reconocida o no es parte del sistema; da la precaria impresión que el sistema vigilante, de protección, de tutela se ejerce con eventualidad, no tiene la cualidad de ser continua y permanente.  Esa concepción constituye la negación, en tanto el funcionamiento y aplicación del Estado de Derecho no puede interrumpirse por los estados de ánimos de las autoridades i/o coyunturales de las ciudades.

Se tiene constancia, que el conjunto de autoridades se sienten notificadas sólo cuando se tiene que actuar de emergencia; nos referimos a los representantes de: municipalidades, fiscalía, defensa civil, gobernación que asumen la decisión de la aplicación de los "operativos inopinados".  Ellas se han mal acostumbrado y se equivocan cuando los operativos los aplican exclusivamente en torno a determinadas instituciones.  Como se dice, la soga siempre se rompe por el lado más débil.

Debido a esto, es importante y necesario que el conjunto de autoridades cuando deben actuar en la aplicación de medidas de emergencia, cuenten con un mapa de riesgos de todo el ámbito de la actividad social: mercados, escenarios deportivos, discotecas, clubs. cantinas, calle, puentes, hospitales, oficinas públicas, centros laborales.  En el verdadero y estricto sentido del concepto, los operativos inopinados, no necesariamente y de forma exclusiva se establecen contra las instituciones que cumplen funciones recreativas, muchas veces por ejemplo se obvia la inspección, la verificación en los mercados que estando bajo el control de la autoridad y del Estado, representan mayor peligro por el desorden, desorganización.

Por ejemplo como se puede hacer seguimientos, presiones, castigos, multas a diversas instituciones por no reunir parcialmente las exigencias de seguridad civil; y lo que es peor se otorgan plazos perentorios con medidas coercitivas, cuando los mercados tienen riesgos de grado superlativo, y donde, si se quisiera chequear la inseguridad, rápidamente se adoptaría la medida de clausura por los riesgos que representan.

Los operativos inopinados; si efectivamente son inopinados, tienen que efectuarse para sorprender y responsabilizar inclusive a los mismos representantes de sectores que se alejan de sus deberes.  Por ejemplo, autoridades que descuidan la salud, la higiene y limpieza de una  ciudad, que mantienen una ciudad sumida en el peligro por contaminación ambiental, autoridades que lejos de predicar con el ejemplo, acondicionan su función a la coima, el chantaje, el tráfico, la mediatización.  Por todo esto, decimos: Equidad, para los operativos inopinados. 

(*) Periodista
Director NoticiasTalara.Com
Prensa Digital

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