sábado, 22 de octubre de 2011

OPINIÓN…Decisiones y gestos ejecutivos oportunos

Autor:
Enrique Castillo P.*

Después de varios días, ayer se pronunció el presidente Humala sobre el caso Chehade. Señaló que respaldaba las investigaciones que hará el Ministerio Público y que esperará los resultados al cabo de 75 días.

Si bien el jefe de Estado ha dejado en claro que no le ha dado su total respaldo al segundo vicepresidente de la República como este había afirmado, que va a respetar el principio de la presunción de inocencia, el trabajo de los órganos jurisdiccionales y de las comisiones parlamentarias, también es cierto que en todo momento ha evitado pronunciarse o tomar una decisión política, que es la que le correspondería en su calidad de titular del Poder Ejecutivo.

Esta prudencia, que puede ser ponderada desde la perspectiva del respeto al debido proceso y a la independencia de los poderes, también puede ser interpretada, desde el ángulo político, como debilidad, inconsistencia, o como una equivocada lealtad hacia quien fuera su abogado durante el proceso conocido como Madre Mía.

Quizá el presidente todavía no ha caído en la cuenta de que la ciudadanía espera de él pronunciamientos políticos o decisiones ejecutivas, gestos que sintonicen más con sus principales banderas, y que muestren su real y verdadero compromiso con cada palabra empeñada. El caso de su hermano fue una primera advertencia, y se ha convertido en una piedrita en su zapato, porque la opinión pública nunca conoció el resultado de las investigaciones. Esta vez va a ser más difícil dejar de hacer públicos los resultados de las pesquisas, pero será un largo camino al final del cual el jefe de Estado quizá se vea obligado y empujado a hacer lo que pudo haber hecho oportuna y voluntariamente.

Y no nos referimos al pedido de renuncia a la vicepresidencia, que siempre es una posibilidad, sino a otros mecanismos como pedirle a su colaborador que se aparte de toda representación, trabajo en comisiones o gestión pública hasta la presentación de los informes a los que el mismo presidente ha hecho referencia, por ejemplo. Si los resultados son favorables a Chehade, el regreso sería entre aplausos, y si no fuese así, la acción del jefe de Estado en ese momento no sería tan costosa políticamente.

(*) Periodista

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