lunes, 24 de octubre de 2011

OPINIÓN…Omar Chehade en su propia criollada

Autor:
Francisco Miro Quesada Rada *

El congresista y segundo vicepresidente de la República, Omar Chehade, sigue envuelto en serios cuestionamientos por la controvertida –y nada ética– reunión con tres generales de la Policía Nacional, su hermano y un amigo en el conocido restaurante Las Brujas de Cachiche.

A contramano del trato recibido por quienes no pertenecen al actual gobierno ni a los que se han aliado para darle mayoría congresal, su responsabilidad frente a las graves denuncias será examinada –junto a la de otros parlamentarios– por la comisión de Ética y la subcomisión de Acusaciones Constitucionales del Congreso. Pero ocurre que Chehade es, también, el segundo vicepresidente y, en ese sentido, resulta más que positivo que el Ministerio Público haya emprendido una investigación de oficio. Además, tres bancadas –Fuerza 2011, Alianza por el Gran Cambio y Concertación Parlamentaria– han interpuesto una acusación constitucional para solicitar su renuncia a la segunda vicepresidencia.

En el almuerzo criollo, Chehade habría perpetrado delitos que van desde el patrocinio ilegal y cohecho activo genérico hasta el tráfico de influencias, pues –según denuncia y testigos– buscó favorecer a una de las partes vinculadas con la azucarera Andahuasi. La cola del asunto llegaría hasta la reciente reorganización policial, en la que se habría perjudicado a quienes no siguieron su juego. Es de lamentar que el segundo vicepresidente siga aferrado al cargo, dilatando una inmerecida crisis al gobierno del presidente Ollanta Humala, comprometido con la lucha contra la corrupción.

Daniel Abugattás, presidente del Legislativo, ha señalado: “No me caso con nadie” y afirma que esas denuncias se verán también en la Comisión de Ética Parlamentaria. Buena manera de mantener al aliado en funciones.

No hay duda de que para Abugattás prima el amiguismo, recuérdese sino qué distinta reacción tuvo frente a la congresista Martha Chávez, suspendida cuatro meses por oponerse, el 28 de julio, a que Omar Chehade jurase como vicepresidente invocando la Constitución de 1979.

La primera dama, Nadine Heredia, a través de su Twitter, expresó: “¿Tan difícil es caminar derecho?”, lo que causó dudas sobre el respaldo del Gobierno a uno de sus colaboradores y abogado del entonces candidato Ollanta Humala en el sonado Caso Madre Mía y en el conocido como ‘andahuaylazo’.

“Tengan la plena seguridad de que nosotros no aceptamos ningún tipo de irregularidad”, ha expresado con cierta tardanza el presidente de la República, quien pide que se respete el Estado de derecho, lo que implica reconocer la presunción de inocencia hasta que se pruebe lo contrario. El mandatario ha reiterado su reconocimiento a la labor de fiscalización del periodismo, lo cual confirma lo que dijo en la reciente Asamblea General 67 de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP): “La prensa ayuda a corregir las cosas”.

Toca ahora que la investigación se acelere y el caso sea tratado con objetividad y transparencia en beneficio del país, la lucha contra la corrupción y la democracia.

Recordemos que, en el Congreso anterior, muchos parlamentarios fueron tratados con guantes de seda al amparo de un malentendido espíritu de cuerpo. Eso no debe suceder más.

*Periodista

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