jueves, 27 de octubre de 2011

Editorial… Cultura y deber tributario de conciencia

Escribe:
Ricaldi Ramírez Ruiz (*)

Conversé a su regreso de España con mi amigo y gerente general de la Municipalidad de Talara (PIURA-PERÚ), Manuel Delly Mendoza, tratando de ganarle la primicia de su viaje a España acompañando al señor alcalde Rogelio Trelles Saavedra.  Muy dueño de si, respetuoso, ético, me respondió que era un tema de la primera autoridad y que para el próximo viernes 28 de octubre, posiblemente a su regreso de Lima, mediante una conferencia de Prensa iba a entregar  su informe de gestiones, logros y convenios que se encuentran en camino.

En lo que a mí y mi cargo corresponde, me confió Manolo Delly, he seguido muy al detalle cómo en las Municipalidades EUROPEAS, especialmente España, el ciudadano, los vecinos, los empresarios, inversionistas;  todos son muy puntuales en el cumplimiento de sus obligaciones y rigores tributarios.  Se tiene y se vive con otra mentalidad;  el contribuyente  grande o chico sabe que de ese cumplimiento dependerá la grandeza de las municipalidades, y, por supuesto, que tendrán las capacidades para invertir en buenos servicios.

Resulta una deshonra ciudadana evadir ese tipo de deberes, es más -dijo Delly Mendoza-, el grado de control, fiscalización es muy diferente y puntual.  La responsabilidad entre ciudadano y vecinos es parte del compromiso de contribuir para el crecimiento de la Nación española.  De allí entonces que las municipalidades de ese lado del planeta han tenido otro grado de crecimiento, se manifiesta el respeto por una vida saludable de los vecinos; como los resultados son producto de una conciencia tributaria muy puntual, todos cuidan y protegen los servicios de las ciudades.

Para que nuestras ciudades y municipalidades peruanas se acoplen a destinos donde la vida se haga saludable en todos los tonos, se debe cambiar la conciencia de aporte, que el deber tributario pase a constituir una cultura imprescriptible, puntual.  Y eso no ocurre en el Perú desde mucho tiempo atrás, dijo el gerente municipal.  De allí entonces que en el Perú asumimos y manejamos municipalidades empobrecidas, no porque no tengan recursos que los tienen de sobra, sino porque no hemos aprendido, no hemos sido formados para honrar nuestros compromisos de ciudadanos.

Ocurre que la municipalidad de Talara tiene una población que se eleva por encima de los cien mil habitantes.  Se ha debido establecer un plan de desarrollo previsor, contemplando que los pueblos están creciendo con una velocidad geométrica y la demanda ciudadana por vivienda, servicios, pistas y crecimiento demográfico es mayor. Estas grandes y elevadas responsabilidades deberían afrontarse con eficacia si todo nuestro universo de contribuyentes fueran puntuales, sinceros.  No se puede admitir que contribuyentes que tienen portentosas actividades empresariales, respondan que sus obligaciones tributarias han expirado.  Eso significa que existiendo una deuda, se utilizan estratagemas nada transparentes para afectar al mismo Estado.  Se refirió a que las municipalidades son Estados pequeñitos.

Y en efecto, en el entorno del Municipio de Talara se establece una deuda tributaria que es altísima y muy preocupante.  Como consecuencia de ello, esta municipalidad afronta sus obligaciones de distinto grado con grandes dificultades y apuros.  Por ejemplo, todos sabemos los contratiempos para el cumplimiento del pago de planillas de trabajadores, pagos sociales a terceros como a las AFP, Seguro del trabajador, no se puede ser puntuales al empoce de las CTS, muchas veces no se tiene fondos directos para la compra de combustible para las unidades del servicio y limpieza ciudadana.

Aquí en el Municipio de Talara se encuentra detectado que existen grandes empresas que no honran sus obligaciones.  ¿Cómo puede explicarse por ejemplo que Talara sea una provincia que va creciendo en su industria del gas, donde mediante ese recurso Talara está por producir 250 mil kW/día, distribuyendo y comercializando para todo el país, pero que la comuna no recepciona el pago recíproco por tan importante actividad e inversión?.

De igual manera, existen muchos negocios, instituciones de todo orden que debiendo pagar sus tributos ingresan a un estado de morosidad y se concentran a la espera que se declaren moratorias o que sencillamente las deudas expiren.  No vamos a provocar una cacería de brujas, dijo finalmente Delly Mendoza, pero vamos a sincerar las cobranzas y para esto, hacemos un llamado a la conciencia ciudadana.  Una Nación sólo será próspera y logrará garantizar y consolidar su crecimiento cuando la cultura ciudadana esté saneada.  Todo dependerá que aprendamos a convivir con plenas responsabilidades, cívicas, éticas y ciudadanas.

Nos pareció muy interesante entrevista que la recogemos y la ponemos en consideración y conocimiento de todos los vecinos.

(*) Periodista
Director NoticiasTalara.Com
Prensa Digital

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