viernes, 28 de octubre de 2011

Editorial… Regidores navegan en la mediocridad

Escribe:
Ricaldi Ramírez Ruiz (*)

Cuando sientas conflictos con mis ideas,
Reivindícate con las tuyas.

Por enésima vez nos vemos obligados en abordar el caso alarmante de la función y producción de ciudadanos que han sido investidos como regidores municipales.  Específicamente, nos referimos a regidores de la municipalidad de Talara y no propiamente a todos. De ese colegiado salvamos hasta tres de ellos que se diferencian  y no merecen estar en el mismo saco de la intrascendencia..

El caso es análogo al que refleja el Congreso de la República, nos da la impresión que el Perú ha sido atacado por una maldita pandemia que permite a los seres humanos que asumen cargos de representación nacional, en embrutecerse y en virtud a ello, no producir en beneficio de las responsabilidades otorgadas.

Parece inverosímil esta desgracia pero es respuesta exacta a la realidad.  Y aquí un buen argumento para discutir con aquellas opiniones que se detienen para achacar que todos los males, incluyendo el embrutecimiento, es producto del sistema.  Lo que sucede y se explica solo es que la improvisación, la insolvencia,  la incompetencia son los argumentos que pueblan las responsabilidades.

Hemos tenido la oportunidad de asistir a las Sesiones de Concejo en la Municipalidad de Talara en respuesta a la disposición legal que aquellas son públicas.  La impresión que nos han dejado las mismas, responden a opiniones muy pálidas, franciscanas y muy lejos de ser las respuestas de un colegiado de hombres-funcionarios que sean duchos en el arte de ejercer la función normativa y fiscalizadora.

No vamos a exagerar cuando apreciamos que la mayoría de estos regidores, no tienen una idea cabal de la naturaleza o materia que significa su función.  La dinámica del debate, la fundamentación de mociones, proyectos y otras intervenciones donde debe salir a relucir las capacidades se han esfumado.  Y es esa la explicación por la cual los acuerdos que se adoptan y se aprueban están revestidos de simplezas, no tienen influencia, calidad para el desarrollo del municipio.

Los vimos en una actuación circense en la última sesión del colegiado del martes 25 de octubre.  Qué precariedad, la primera autoridad en la dirección del debate manejaba también sus escuálidas voluntades, regidores con personalidades venales, de sometimiento sin capacidades de reacción sin salvaguardar sus responsabilidades.  Y todo ello es respuesta a la sumisión, al fácil compromiso de apoyar sin reservas, apoyo incondicional sin reflexionar que en esas falsas actuaciones se está afectando tanto la legalidad de los casos que se discuten, como el legítimo desarrollo de la comunidad.

Es necesario e importante introducir un llamado a este cuerpo de regidores, refrescándoles en el compromiso que se tiene no con el partido, movimiento o autoridad que ganó las elecciones.  Un verdadero y auténtico mandato, se ejerce conservando la autonomía y libertad política.  Los señores regidores no tienen por qué entender su mandato como una sumisión, una incondicionalidad.  Un apoyo donde no existe lugar para actuar y decidir con discernimiento.

Y esto es lo que escenifica el desarrollo de las sesiones de Concejo en la Municipalidad de Talara.  Estando o no en la agenda el delicado tema de salud que se abordó inusitadamente por la presencia de dos comisionadas del Ministerio de Salud, los señores regidores pusieron en evidencia un desconocimiento brutal, desconcertador.  Ante un tema de mucha trascendencia, las opiniones que ejercieron dejaron demostrado las incapacidades intelectuales en la gran mayoría de ellos.

La situación es extremadamente grave, al pueblo de Talara no puede castigársele con una representación insignificante e improductiva. La experiencia, para que en adelante se permita a la población electoral que aprecie bien el contenido y calidad de las listas que postulan donde se debe votar por la capacidad, la garantía profesional, el conocimiento del tema municipal.  Muchas veces, y esto es una práctica que, los candidatos cabezas de listas prefieren integrar a gente mediocre para negarles después el derecho a ejercer por capacidad una función legal y edificante.

(*) Periodista
Director NoticiasTalara.Com
Prensa Digital

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