viernes, 29 de julio de 2011

INFORMACIÓN NACIONAL...Polémico juramento opacó las propuestas

Lima, jul. 29. Ollanta Humala es el gobernante número 109 de la historia republicana. Juró respetar el orden constitucional, pero honrando los valores de la Carta de 1979. Fujimorismo cuestiona validez del acto pero presidente del TC asegura que no hubo falta. El jefe del Gabinete juró por “La gran transformación”, el primer plan de gobierno de Gana Perú.

Un giro moderado y a favor del libre mercado es el que el presidente Ollanta Humala había enfatizado como mensaje en las últimas semanas de su campaña electoral y en los días previos a su investidura presidencial, incluso incorporando a su primer Gabinete a personalidades alejadas de ideas radicales de izquierda.
Sin embargo, el juramento que hizo ayer en el Congreso cubrió con un manto de incertidumbre y confrontación su primer acto oficial.

Humala –con sonrisa socarrona por momentos– juró defender “la soberanía nacional, el orden constitucional y la integridad física y moral de la República y sus instituciones democráticas, honrando el espíritu, los principios y valores de la Constitución de 1979”.

El giro lingüístico que utilizó Humala para referirse a la Constitución de 1979 hizo que la sesión parlamentaria se transformara en un griterío que no respetó ni a los invitados internacionales presentes.

La queja principal y más airada provino de la bancada fujimorista, pues justamente la Constitución vigente de 1993 –a la que no aludió directamente Humala– se aprobó durante el mandato del ahora preso Alberto Fujimori. La crítica se centró en que su juramento no era válido. Sin embargo los seguidores de Humala argumentaron luego que él había jurado por el orden constitucional vigente y que, por lo tanto, la mención a la Constitución de 1979 era una alusión simbólica.

¿Fue realmente simbólica? Todo indica que no. Más bien revela de forma tibia lo que siempre fue una intención del nacionalismo: que el Perú tenga una nueva Constitución.

Y es que en su discurso el presidente dijo claramente que “la realidad nos interpela diariamente y nos exige un nuevo contrato social (es decir una nueva Constitución) que haga posible la convivencia armoniosa de todos los peruanos”.

Luego evocó la figura del fundador del Apra Víctor Raúl Haya de La Torre y su legado “plasmado singularmente en la Constitución de 1979, la última Constitución de origen democrático”.

La Constitución de 1979 difiere de la vigente de 1993 porque esta última enfatiza la liberalización del mercado, lo que no se contempla en el plan de gobierno original del humalismo, que ahora se puede encontrar en la página www.presidencia.gob.pe actualizada ayer apenas juró Humala.

“Sea cual fuere el camino que se escoja para llegar a una nueva Constitución, el punto de partida debe ser la nulidad del texto de 1993 y la declaración de la vigencia de la Constitución de 1979 en todos sus efectos, para a partir de allí, proceder a los cambios necesarios del plan la gran transformación”.

¿Es esta la intención del humalismo? El discurso ambiguo de Humala dejó abierta esa posibilidad. Dio la impresión de que buscan generar debate en torno a estos cambios para evaluar el nivel de concertación que tendría una medida de esta naturaleza. “Proponemos una gran transformación, el inicio de una nueva época, que no es otra cosa que una nueva convivencia entre todos los peruanos”, dijo Humala.

Luego comentó que el desafío de su gobierno será realizar “esta gran transformación de manera gradual persistente para que no se acompañe de presiones desestabilizadoras de nuestros equilibrios presupuestarios y macroeconómicos”.

Curiosamente en medio de este griterío y clima enrarecido que generó el discurso ambiguo de Humala, el presidente hizo una invocación a la concertación, la que necesitará en el Congreso para hacer los cambios constitucionales que parece empecinado en llevar adelante.

“No vengo en son de guerra sino en son de paz, sin venganza y sin rencor. Yo que he sido acusado de casi todo, he aprendido a perdonar hace muchos años, antes incluso de ser político. Por eso a los que aún persisten en el encono, les pido que bajen sus espadas y sus lanzas”, señaló Humala, que, por cierto, tuvo también otras alusiones a su plan de gobierno original, como fomentar una economía nacional de mercado. (Colaboración: Cecilia Rosales)

No hay comentarios.:

Publicar un comentario