sábado, 30 de julio de 2011

INFORMACIÓN LOCAL...Según político talareño, el presidente Humala ha asumido compromisos de alto riesgo político

Pariñas/Talara, jul. 30. Resulta muy difícil imaginar el mensaje perfecto de un presidente de la República  cuando asume el mando supremo del país. Son lugares comunes calificarlo de extraordinario o confuso, valiente o delicado, global o impreciso, según sea el sitio de la mesa desde el cual lo escuchamos. La satisfacción o insatisfacción depende del ánimo político con el que se le afronta.

El pronunciado el pasado 28 de julio por el presidente Ollanta Humala no escapa a la regla, principalmente porque lo simplificó  y le dio un contexto polémico de manera deliberada. Entre el aplauso y la pifia. Para examinar algunos de sus alcances dialogamos con el político talareño Dr. Román Pajuelo Pérez.

Para el abogado Pajuelo la juramentación prometiendo “honrar el orden constitucional” –regido por la Carta Magna de 1993– pero evocando los principios de la de 1979, puede interpretarse como provocador o innecesario. Pero de ahí a radicalizar las posturas llevándolas hasta la consideración de que es un acto ilegal, es demasiado.

“Más aún si el mismo Carlos Mesía, presidente del Tribunal Constitucional, y otros juristas de talla, han zanjado el tema: la formalidad es jurar el cargo y éste puede hacerse por la Constitución fundacional de 1823, el presidente Alberto Fujimori (como lo hicieron algunos congresistas de Fuerza 2011) o la abuelita. Punto final”, puntualizó.

Sin embargo, agregó que a consecuencia de lo anterior, algunos han satanizado, luego de la juramentación del presidente Humala Tasso, la Constitución de 1979 como si sus lineamientos hubieran servido para ejercer en el Perú un estatismo desembozado y nocivo. “Ello no fue el eje de esa norma rica más bien en privilegiar el pluralismo económico y los derechos fundamentales de la persona humana; y producto –es verdad– de consenso político básico, no de un golpe de Estado. En ese sentido, se podría advertir el inicio de un amplio debate, muy importante para nuestro futuro”, precisó Pajuelo  Pérez.

Según el político talareño, el discurso recupera un lenguaje social para el primer ciudadano del Perú, algo que se le demandó hace varios años al presidente Alan García  para que se preocupara de no abandonarlo; pues asumir los ejes de la exclusión, la desigualdad, la falta de equidad, el racismo y otros, resulta indispensable, más aún cuando se está en ciclos de crecimiento económico. 

Por otro lado, dijo que el presidente Humala ha asumido varios compromisos de alto riesgo político: dirigir un Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana, monitorear a través del presidente del Consejo de Ministros un Consejo Económico y Social, y la instalación de un mecanismo de relación fluida del gobierno con los presidentes regionales para coordinar la ejecución de políticas públicas y hacer seguimiento a los acuerdos de mutua obligación. “Tareas cuantificables en cuanto a sus logros que pueden hacer tambalear la percepción sobre el gobierno, si no se alcanzan dichas metas en el corto plazo”, señaló.

El Dr. Pajuelo resaltó que las palabras “soberanía nacional” rondaron no sólo la juramentación del mandatario y sus vicepresidentes, sino también el discurso en cuanto a una característica medular del nuevo gobierno. “Es un concepto que merece desarrollarse –quizás cuando el Gabinete Lerner Ghitis comparezca ante el Congreso en los próximos 30 días– para saber sus alcances. ¿Cuáles son las áreas en las que el nuevo oficialismo considera burlada la soberanía nacional y cómo piensa recuperarla?”, terminó. (AnAbTe)

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