viernes, 29 de julio de 2011

EDITORIAL…Cambio de gobierno, cambio de destino

Escribe:
Ricaldi Ramírez Ruiz (*)

Luego de cinco años de aplicación de un modelo de político, en el marco Constitucional y Estado Institucional de la República Peruana, se cumple con el cambio de la Administración Nacional.

Se trata de provocar el cumplimiento puntual al requisito establecido en la CARTA MAGNA, que reza: El Perú es una República democrática, unitaria, indivisible. Fundamentalmente, cada gobierno elegido en comicios universales y democráticos, debe pernoctar por un espacio físico de cinco años y ni un sólo día más. 

De ello se trata, y por eso ayer 28 de julio, la Ciudadanía Peruana, asistió convalidando este acto constitucional.  La Nueva Administración en esta oportunidad al frente del Comandante Ollanta Humala Tasso, asume con el respaldo nacional, su compromiso de administrar la Nación, en el estricto marco del respeto, guardar la tradición, identidad nacional, historia. Aguardando la ley y desarrollando un gobierno inspirado en los valores de la Patria.

Sustancialmente, como se trata de un cambio de gobierno, la interpretación lógica debe ser que se entienda, como una irrestricta  sucesión del mando, continuación democrática sin alteraciones abruptas; requisito indispensable para que el país siga en su ruta del progreso, la paz, la coherencia de vida.

Este es el mandato, a ello obliga el juramento a que debe someterle el juramento y compromiso en asumir. Entonces,  el contenido del mensaje, será el anticipo a un gobierno que agrade y satisfaga en todo el ámbito de la justicia a todos los peruanos.

Los peruanos estamos tomando como referencia que existe un Programa de Gobierno Nacionalista, que acoge como premisa irrefutable el Jurado Nacional de Elecciones, y un instrumento delineado en una hoja de ruta, marco básico de la exposición sine quanon, por donde debe ceñirse el nuevo Presidente. El mensaje, no será procedente fuera de este marco.

Toda la peruanidad, expresada como derecho del pueblo peruano; hemos estado atentos, en estado de alerta por el contenido del mensaje del 28 de julio. Todos los sectores, desde los desarrollados, la población económicamente activa; trabajadores, pueblo de las etnias indigenistas, pueblo pobre, marginado especialmente; todos han aguardado con suma paciencia la llegada del mensaje conciliador, solidario, verdadero testimonio que acredite un cambio; verdadera crónica de una historia anunciada desde el tiempo electoral, por el Presidente Ollanta Humala.

Si a partir de entonces, debe comenzar un tiempo nuevo para el país, tiempo de esperanza: no lo sabemos. Lo que si es un acto verdadero, es que todos los peruanos deponiendo una serie de conductas que han fracturado la vida nacional, deben anteponer el compromiso para la reconstrucción de la unidad de los peruanos en la cultura del entendimiento.

Con toda seguridad, luego de unas horas, pasado los días a este 28 de Julio, todos los peruanos estaremos comentando, comparando, evaluando los contenidos del discurso. Todos mantienen la fe, la esperanza que el retraso histórico a la llegada del nacionalismo en la conducción del país, debe servir para decidir definitivamente una irreversible, legitima INCLUSION SOCIAL, de los peruanos marginados en la historia. Ojalá nadie se equivoque.

(*) Periodista
Director NoticiasTalara.Com
Prensa Digital Talara

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