martes, 20 de noviembre de 2012

POR RICHARD KINBOLL

 
D E S D E    M I   E S Q U I N A
       
 
 
 
SE ESTÁ CONFUNDIENDO EL VALOR DE LA VERDAD CON LA INTIMIDAD.-
 
En los programa del periodista Beto Ortiz escenificado los sábados de cada semana por la televisión peruana, seguimos con algunos atisbos de atención, secuencias de personas generalmente que en algún momento marcaron notoriedad de vida, y tanto la producción del programa, como los públicos encuentran curioso conocer los alcances.
 
El programa se anuncia bajo el titular "EL Valor de la Verdad", revela secretos, realidades del mundo del Subconsciente de cada persona, sacado de esa zona por un mecanismo que en los medios policiales se conoce como 'detector de mentiras' y el indicado programa lo anuncian como las "verdades del polígrafo".
 
Transcurrido ya algunos meses de escenificado el programa con el paso por él de muy conocidas personalidades, mayormente de la farándula, políticos, gente del teatro, artistas, cantantes, (..)
y con una muerte a cuestas productos del conflicto de ambiciones por el dinero ganado como premio, el gran público evaluador no ha desestimado el interés por el mismo. Se mantiene con elevado rating de sintonía, si se quiere el preferido del fin de semana.
 
Sin embargo, el debate sobre éxito del mismo, no va por el camino de las revelaciones que se aprecian, ni por el temor de los participantes de ocultar secretos, misterios, intimidades de la vida privada. Ahora ha comenzado a discutirse, si lo que se obtiene son efectivamente exposiciones de la verdad, o como se fuere una fotografía, se revela la intimidad oculta, privacidad de toda persona.
 
Iniciado el debate, muchos especialistas concluyen que la verdad, es un valor que no oculta secretos, es universal, no es íntimo, individual. El valor de la verdad no necesita para su revelación acudir a ningún detector de mentiras, ni polígrafos, toda verdad es objetiva, es permanente. Mientras que la intimidad para conocerla si hay que recurrir a los mecanismos anunciados.
 
En la continuidad del debate ideológico, se asegura pués que existe una grave confusión entre decir El valor de la verdad y el valor de la intimidad. Definitivamente, una persona que accede a revelar los secretos de vida subconsciente, está facilitando a quien la requiera que conozca su intimidad. Aquí no existe valor de la verdad que no es uni-personal. La verdad, no es patrimonio místico, es aquella que tiene conceptualidad, se define sin el temor de atropellar derechos ajenos.
 
En todas las experiencia expuestas por el referido programa de Beto Ortiz, todos los contenidos vertidos han sido de la consciencia y experiencia personal. Los actores han dicho cosas como: No fuí virgen al matrimonio, soy bisexual, no amo al hombre con quien estoy casada, me casé con él (ella) por su dinero, mi mujer era una floja en la cama, (..).
 
Estos contenidos de intimidad y mucho mas que pueda venir con otros personajes en el futuro mediático, seguramente irán aclarando y poniendo orden en las dudas. Beto, debió poner a su programa el Valor de la intimidad, era lo mas correcto. Salvo mejor opinión.

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