lunes, 12 de noviembre de 2012

N A C I O N A L


Extraños paralelos

 

Raúl WienerAbimael Guzmán pide la amnistía y Fujimori el indulto. El primero quiere un olvido de la guerra, el segundo tan solo que no se olviden de él. Guzmán pide que la amnistía llegue a Fujimori y Montesinos por tratarse del mismo tema de la guerra. Fujimori solo quiere estar en libertad, no importa lo que pase a los demás de su propio grupo, como ha sido hasta acá.

 
Abimael Guzmán y sus seguidores están haciendo política con su pedido de amnistía y el rechazo casi despavorido que esto produce en el establishment. Fujimori, sus hijos y partidarios están haciendo política con el indulto, pero de una manera tan torpe y contradictoria que han conseguido reducir las cifras de apoyo a la iniciativa que eran inicialmente altas por un sentimiento inducido de compasión hacia el enfermo, y las propias encuestadoras ya no preguntan sobre el tema para no ponerlo en evidencia.

Al Movadef, que se creó para impulsar la amnistía de Guzmán, le están prohibiendo hasta entregar cartas de protesta, conversar u opinar, y todos hablan o exageran sobre su crecimiento en el
Perú y el mundo. Fujimori puede mandar cartas y mensajes, por más extraviados y farsescos que parezcan, sus hijos hablan y pelean sobre el tema, y también diversos voceros, y sus partidarios están muy activos, pero se están aislando tanto con sus errores que ya parecen la otra cara del Movadef.

La
Fujimorización de la sociedad peruana ha llegado tan lejos que el único distintivo de los Fujimoristas es su reclamo de indulto para su jefe. Por los demás, nada diferencia a Lourdes Alcorta de Cuculiza, o a Mulder de Martha Chávez, o a PPK de Keiko, y hasta en el gobierno los reflejos antiterroristas son tan confusos que parecen seguir un guión de Kenji.

Frente a la sociedad asustada se exigen más medidas antiterroristas, del tipo de no recibas la carta, no digas que se arrepientan, ni por acá que vayan a recuperar derechos políticos, no les digas
peruanos, es decir, cosas de caviar que es la nueva manera de ser “débil” ante Sendero, y mientras tanto Movadef no cesa de crecer.

Si fuera por las encuestas, el
Perú estaría cercado por los terroristas. Si fuera por Cuculiza, con Fujimori en el gobierno no habría pasado tal cosa que en realidad no ha pasado, y que si hay Vraem aún caliente es por lo que dejó Fujimori como elemento perturbador a favor de su re-reelección.

Hoy la magnificación de los problemas del terror, extrapolando el Sendero de los Quispe Palomino y amalgamándolo con el de Guzmán (cuando son contrapuestos) con la finalidad de volver sobre
Fujimori, el que derrotó al terror que, sin embargo, según ellos sigue sin ser derrotado y tras el cumplimiento de las duras penas de cárcel que les impuso el régimen Fujimorista, vuelven en toda su potencia con 60 ó 70 años a cuestas para volver a petardear.

En fin,
Fujimori insiste en que no tiene otro perdón que no sea por lo que no hizo o por lo que no pudo impedir que se hiciera, ¿y lo que hizo directamente u ordenó a hacer? Naca, la perinaca. Y Guzmán dice que lo que se hizo es lo que se hace en las guerras. O sea, no hay autocrítica, pero uno ya creía tener el indulto en la mano y va a insistir. El otro se prepara para una nueva lucha prolongada .
 
 
 
¿Qué pensará Fujimori de su hijo Kenji?
 
 
Nadie sabe cómo lo trata ahora Alberto Fujimori a su hijo Kenji, quien dio la pista con un croquis para que se revelara incluso con fotografías las excelentes condiciones en las que vive el exdictador en la Diroes
 
Es posible que Fujimori, después de golpear la mesa al ver que todos hablaban de las fotos de sus lujos en la llamada cárcel, le haya dicho: “Ay, hijo, tú no tienes la culpa de haber nacido así; pero otra vez ¡cállate la boca! Solo debes hacer lo que yo te mande”.

Hay una relación muy cercana entre
Fujimori y Kenji, su último hijo. Desde niño, Kenji siempre estuvo al lado de su padre y cuentan que decía: “Api, cuando sea grande quiero ser como tú”. Fujimori lo miraba, indican, con un poco de pena y le decía: “Sí, hijo, cuando seas grande, cuando seas grande”.

El tiempo pasó volando y Kenji aún sigue diciendo: “Cuando sea grande, api, me compraré un espacio tan grande y cómodo como tu cárcel, api. Cuando sea grande, quiero ser como tú”.

Kenji es ingenuo y torpe; impulsivo a veces y malcriado como un adolescente sin muchas luces. De pronto cree saber algo y se emociona y casi siempre termina metiendo la pata. Se parece a Carlos Raffo, solo que es peor.

En cambio,
Fujimori ha nacido con una astucia notable para el mal. Sabe lo que hace, lo piensa bien, calcula como todo maleante. Es sumamente desconfiado, tanto que sus negocios, el billete fuerte, solo lo maneja él, estrictamente él.

Cree que fue mala suerte el haber engendrado un hijo como Kenji. Pero lo quiere con toda el alma, tanto que ni siquiera le llama la atención por las tonterías que hace. Pero nadie sabe cómo lo trata ahora que ha metido las cuatro patas.
 
 
 
“Keiko vive de nuestra plata”
 
 
“Keiko vive de nuestra plata”El jurista Carlos Rivera sostuvo que los hijos de Fujimori realizan campañas como la del indulto, con el dinero robado durante la dictadura. Además calcula que solo la familia de Fujimori habría sustraído al Estado al menos 300 millones de dólares, dinero que forma parte de los 8 mil millones de dólares que robó la mafia.
 
—¿De todo lo que robó la mafia al Estado durante la dictadura de los noventas, puede establecerse cuánto fue lo sustraído por la familia de Fujimori?

—Hay un informe del exprocurador Pedro Gamarra que señala que sería de 6 mil millones de


dólares y otros que llegaría a los 8 ó 10 mil millones de dólares.
—¿Pero lo que le corresponde a
Fujimori?

—El robo fue hecho por una organización mafiosa y el jefe de esa organización fue
Fujimori, quien junto a Montesinos, movía ese dinero ilícito. La mayor parte de la sustracción tenía como destino las manos de Fujimori que decidía cómo iba a ser usado y en qué momento. Un ejemplo es el hecho de que Nicolás Hermoza Ríos, cuando fue capturado, devolvió, él solo, “de buena fe” 20 millones de dólares. —¿Qué revela el caso Apenkai sobre el latrocinio?

—Sí, ahí está la sentencia en reserva contra Víctor Aritomi, esposo de Rosa
Fujimori, hermana del expresidente. En ese caso se estableció que cuatro millones y medio de dólares de donaciones japonesas fueron desviados a manos de Aritomi y Rosa Fujimori, y Alberto Fujimori fue la cabeza de esos actos. Es decir que la familia trabajó para la organización delictiva de Fujimori.—¿Hay un cálculo del robo hecho por su familia?

—Lo de Apenkai es algo mínimo, un detalle, pero fueron diez años de gobierno, en los que el robo fue sistemático a través de desvíos de dinero provenientes de la privatización. Yo calculo 200 a 300 millones de


dólares de robo solo en su familia de esos 8 mil millones de dólares, y seguramente me quedo chico con esa cifra.—¿En qué se basa para llegar a esa cifra?

—La fiscal


Suiza Cornelia Cova halló en el año 2000 una cuenta de 59 millones de dólares a nombre de una sola persona: Vladimiro Montesinos, ¿pero cómo puede llegar a abrir una cuenta fabulosa una persona? Pero esa cuenta no es solo de Montesinos, sino de Fujimori. Sumando las cuentas halladas se pueden llegar a 300 millones de dólares y que puede multiplicarse aún. Solamente ellos saben lo que han robado.
—Pero a
Fujimori no se le han hallado cuentas.

—Hay una investigación que explica claramente del dinero ilegal del que siempre dispuso
Fujimori: el tema de la CTS de Montesinos. Fujimori entregó 15 millones de dólares a Montesinos y como tenía que reponerlo al Estado, sacó de su bolsillo como por arte de magia ese monto, porque obviamente no fue a un banco y le dieron esa suma. Esa investigación está pendiente en el Poder Judicial.
—Dinero que supuestamente Aritomi entregó a
Fujimori.

—Hay varias versiones, una es esa, y que demuestra cómo se manejaba el dinero sucio y cómo lo tenían disponible cuando lo requería

Fujimori. A Aritomi se le encontraron cuentas millonarias y con el sueldo mensual de embajador, que puede llegar a 15 mil dólares, no llegaría nunca a los 4.5 millones de dólares, así haya ahorrado todo lo que ganó. —Si ese dinero terminaba en las manos de Fujimori ¿por qué no se congelan esas cuentas del caso Apenkai y se recuperan como pago de los 27 millones de soles que debe al Estado?

—La Procuraduría ha hecho las gestiones correspondientes, pero hay de parte del

Japón un encubrimiento de estas personas, una actitud poco diplomática, de contubernio con los Fujimori; Japón no ha ayudado a la justicia peruana a pesar que se trata de actos de corrupción, lo que, sumado al tiempo, hace difícil que vuelvan esos dineros al país. —¿De qué vive entonces Keiko Fujimori?



—¿De qué vive Keiko? De nuestra plata. Ellos usan un sistema sofisticado de entregas de esos dineros entre un grupo de personas para que les llegue finalmente, y no es solo para hacer sus compras en Wong sino que les permite realizar campañas políticas como la del indulto, contra la Comisión de la Verdad y contra el gobierno. Tienen una capacidad operativa basada en lo robado en la dictadura, porque ni Keiko ni Kenji son empresarios de éxito.
MAFIA DESAPARECIÓ 6 MIL MILLONES

Sistema que permite impunidad

El exprocurador anticorrupción Pedro Gamarra indicó que la referencia de los 6 mil millones de dolares .


solo es una parte del total que fue hurtado durante la dictadura porque se refiere solo al dinero de la privatización de las empresas estatales y no tiene en cuenta el desfalco de la Caja de Pensiones Militar Policial y otros latrocinios.

“Son 6 mil millones de
dólares que desaparecieron pero en la Caja Militar Policial también se robaron millones. El dinero se esfumaba con decretos y desvíos para compras secretas. Donde tocabas salía pus”, dijo Gamarra a LA PRIMERA.

Sin embargo, lamentó que las investigaciones de corrupción no concluyan con sanciones a los responsables y sostuvo que es debido al sistema de impunidad imperante y a las trabas en el sistema nacional penal y el internacional.

“No hay sanciones para los funcionarios acusados de corrupción y ahí está un claro ejemplo la financiación de los estudios de los hijos de
Fujimori. Todo se archiva en la Fiscalía. Hay un sistema que mueve la corrupción, un sistema diseñado para que triunfe la impunidad”, refirió.

En el caso de
Fujimori, señaló que, a pesar de que no se le han hallado cuentas, hay indicios de enriquecimiento ilícito. “El nivel de vida de sus hijos, sus casas, las campañas que hacen no son ciertamente fruto de donaciones”, expresó.
ESTUDIOS DE LOS HIJOS DE
Fujimori

No debió archivarse caso

El caso referido a la financiación de los estudios de los hijos de
Fujimori, entre ellos Keiko Fujimori, que reflejaba el uso de dinero fruto de la corrupción durante la dictadura, no debió archivarse, sostuvo el procurador adjunto anticorrupción Jorge Olivera.

Según las conclusiones del informe de los peritos de la Contraloría, el exdictador Alberto
Fujimori gastó US$ 1 millón 225 mil en los estudios de sus hijos Keiko, Hiro, Sachi y Kenyi en los Estados Unidos.

“El argumento de que estudiaron con la venta de un terreno es inverosímil, porque no concuerdan las fechas”, dijo Jorge Olivera a
LA PRIMERA.
 
 

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