viernes, 30 de noviembre de 2012

E D I T O R I A L

NO SOLO INFORMAR HAY QUE PARTICIPAR
(PERÚ - CHILE 1879 - 2012 -HOLANDA - LA HAYA)
 
 
La Nación Peruana asistirá a un reto histórico a partir de esta próximo semana, será como un desafio, sanear lo pendiente, cumplir con el deber trunco para con la patria retraido desde 1979, fecha de la Guerra del Pacífico que nos despojó de un gran sector de nuestro territorio bendito.
 
Esta próxima semana después de años y años de deliberaciones, de notificaciones y demandas justas, al fín la Corte Internacional de La Haya con sede en Holanda, ventilará el juicio oral y definitivo en relación al diferendo marítimo pendiente con CHILE.
 
Para los peruanos, la sensación, el pálpito, seguramente debe ser igual al ocurrido por los peruanos de 1979 informados sobre el holocausto de la guerra con el país hermano. Estamos seguros de la conmoción ocurrida en la peruanidad por el efecto de aquel desencuentro, renacerá ahora por imperio de la justicia y la razón.
 
La gran diferencia es que aquello fué un conflicto bélico y el de ahora es una contienda de orden legal, ajustada a la cultura de la Paz. Es que la civilidad de las naciones del mundo, la gran mayoría adscritas a la ONU, ya no ventilan sus diferendos bajo la oprobiosa dictadura de la guerra, hoy, se dirimen por las determinaciones de los grandes organismos de justicia que operan a iniciativa de las Naciones Unidas.
 
CHILE, en el marco del error, la prepotencia, el aprovechamiento, no se sabe, después de la Guerra del Pacífico ha venido ocupando indebidamente territorio maritimo del Perú, negándose a devolver inspirado en una supuesta superioridad bélica, y su no ocultado expansionismo económico - político en detrimento de la soberanía del Perú.
 
En la fecha cuando la cultura de la Paz Universal, convoca a nuestra Nación acudir al campo de la legalidad para dirimir ya no con tanques de guerra y sangre derramada inútilmente, sinó con las armas de la legalidad, de la legitimidad y del derecho, a partir de ese inevitable encuentro, el Perú acude a La Corte de La Haya con un pequeñito ejército integrado por peruanos inteligentes, cultos para hablar en el terreno de la justicia blandeando los argumentos históricos que demuestren la legitimidad de nuestra demanda.
 
Importante debe ser también que ante este acontecimiento donde el Perú ahora de una manera culta, civilizada, distinta, defenderá el derecho irrevocable de nuestra soberanía, el pueblo del Perú compuesto por hombres y mujeres, civiles y militares, maestros alumnos, trabajadores, sociedad civil, gobiernos regionales y municipalidades; todos al unísono debemos mostrar y brindar nuestro superior respaldo, solidaridad, adhesión con este gesto de peruanidad.
 
Aquí debe jugar un papel preponderante la conciencia cívica de los peruanos, nos esperemos el paternalismo de una notificación, para integrar y mantenernos atentos respaldando los acontecimientos. Todos los pueblos del Perú deben enarbolar el pendón nacional en todos los domicilios, edificios públicos mientras dure la disertación oral de nuestra ilustre delegación diplomática. Con el Perú, con Grau, Bolognesi hasta los confines de los tiempos.

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