martes, 6 de marzo de 2012


R E A L I D A D


E N F O Q U E


LA PRENSA DE TALARA POR EL MAL CAMINO


Al igual como muchas cosas colapsan contínua y permanentemente; de la misma manera, la opinión ciudadana de esta importante zona norte del Perú, percibe un peligroso declive moral de la actividad de la prensa petrolera.

Las razones de este estado de cosas muy lamentable, obedecen con toda seguridad a muchas raices y causas, unas mas nocivas que otras. Evidentemente existe una descomposición moral, profesional, ético, dentro de lo aportado por una prensa, cuyos promotores crudos, rústicos, han llevado la vulgaridad, la chabacaneria, al escenario de las ciencias informativas.

El climax ofrecido a llegado a un momento de la intolerancia, nunca como ahora la audiencia expresa su asqueamiento ante la versión ofrecida. Su misma comunidad juzga que el mensaje que protagoniza la prensa es intolerante, preñada de insuficiencia, carente de un molde de calidad, que garantice provenir de una cantera de hombres sabios, guias, lideres de la opinión.

El rechazo se ha generalizado por un cancer de procedimientos, actitudes lubricadas en las mas perversas y pueriles conductas de seudos profesionales. Esa es la impresión ciudadana procreada del fenómeno que daña la moral y que tiene la dimensión de la estafa pública. Lo mas preocupante es que la precariedad del hombre de la prensa, está alimentada por la audacia y la comisión del crimen periodístico.


Frente a este orden de cosas, la opinión ciudadana solicita una intervención de los organismos de control para que procedan ahora y paren el desarrollo de un antro pernicioso poblado de elementos que sin mayor formación y estudios han asaltado a plena luz del día, la noble función de informar con calidad. Lo que se exponencializa todos los días por las diferentes radios del medio, son groseras páginas de horror donde se trafican intenciones y se mercantiliza la sagrada misión de la profesión.

Ayer mismo ante una información calumniosa, dañina al honor de una ex autoridad, vertida en un medio de la prensa regional, el afectado dijo que era producto de una prensa corrupta, actividad puesta al servicio del mercantilismo mas sucio que se ejerce. Y, esa autoridad tiene toda la razón cuando con toda impudicia se aprecia a diario como se atropellan las honras, con la imagen se trapea el piso y la vulgaridad en la expresión de la palabra, copan las reglas del grotesco espectáculo que raya en la intolerancia.

Es necesario que las instituciones rectoras como el Colegio de Periodistas, Federaciones, Asociaciones que rigen y controlan la conducta profesional de los hombres de la prensa, provoquen una intervención a mérito de defender la moral de esta profesión, cautelando que los actores sean hombres y mujeres pulcros, idóneos, cultos, y que se reedite la capacidad, el valor ético en el aporte de bien informativo.

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