jueves, 29 de marzo de 2012


ENFOQUE - REALIDAD



TALARA PANDEMIA DE GRAVE CONTAMINACIÓN AMBIENTAL


 
Talara ciudad de frondosa actividad industrial petrolera, adolece de otro grave contraste, todos los sabemos, lo percibimos, pero poco o escasamente ponemos ánimo para superarle. Se trata de su deterioro ambiental, la suciedad reinante, contaminación que le complica abrir sus puertas a inversiones que colisionan con graves impedimentos.

Pensando que la mayoría de estos males ya no son todos de entorno municipal, consideramos que aquí hizo falta la presencia del Estado en la aplicación de una verdadera estructura geo-política que le buscara un diseño afín a su potencial realidad. Esa ausencia hizo que se diera un divorcio entre su desarrollo industrial petrolero y su colapsado avance social económico.

De eso se trata la presente preocupación que tratamos de destacar. Los que se interesaron y vinieron por la actividad petrolera, redujeron su radio de acción a eso, sin importarles poner paridad al atraso social, cultural, sanidad ambiental. Principalmente este último aspecto que constituye la cuna de todos los males conspiratorios a una ciudad atractiva a otras nuevas actividades que diversifique su desarrollo.

Si algún organismos, así como se mide por ejemplo el aporte en el PBI. y otras secuencias importantes pudiera mediante una escala que logre posicionarnos en la ubicación de peligros, atrasos, grados de contaminación; sin lugar a duda, nos veríamos ubicados en extremas posiciones, preocupantes como vergonzosas.

Es que aquí nunca la cosas se hicieron con disciplina, aplicación de estudios, mediciones de la realidad deteriorándose año tras año. Talara es una ciudad que no observa una plantilla de crecimiento ordenado, su población exhibe un crecimiento salvaje y vegetativo, después de la ida de los 'gringos' cada quien inventó su cordón de miseria sin medir las consecuencias.

Aparecieron AA.HH. sin planificación, sin estrategia, sin servicios. Cada uno de ellos fué una carga para la ciudad. Nadie se preocupó desde entonces en el envejecimiento de las infraestructuras de los servicios, y por ello, somos la Venecia explosionada en puro desagüe. Y lo peor de lo peor, es que hoy día un médico que es el jefe del gobierno local, no entendiendo ni pillo del quehacer, con sus gravísimos errores la termina de empobrecer.

Las decisiones deben tomarse ahora cuando la comuna local recibe por concepto de canon petrolero, un promedio de 60 a 80 millones de soles por año. Importante, prioritario, es que se diseñe e implemente el gasto para sacar a la ciudad de este terrible estancamiento. Una ciudad que no cambia, no se vuelve atractiva, ella misma está conspirando con su legítimo crecimiento.

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