R E A L I D A D

ENFOQUE

HASTA CUÁNDO LA PAZ LABORAL EN TALARA?

Nadine Heredia, esposa del Presidente Ollanta Humala y Primera Dama de la Nación, hace algunos días dijo: "Por que es dificil caminar derecho". Y es una verdad que responde a muchos retos que no dejan lugar a dudas. Qué tal desafío encierra dicha expresión? Suponemos que lo dijo por lo complicado, lo chueco, lo torcido que es la conducta de muchos peruanos, especialmente políticos, funcionarios de estado, magistrados, alcalde, fiscales, periodistas, etc.

Se puede continuar escudriñando en la propuesta del pensamiento de Nadine Heredia, y por donde pongamos la puntería, el resultado, la conclusión siempre nos va a llevar a la misma verdad. Lamentablemente la primera Dama, lanzó una gran premonición o nos reveló una gran verdad oculta, no visible cuando nos estamos acostumbrando, asociando a vivir en lo sucio, lo turbio, en lo macilento.

Ejemplos a 'granel y como cancha', como decimos comúnmente en el Perú. En la gran plaza laboral petrolera se vienen produciendo históricamente conflictos, que a la relación entre trabajadores y empleadores le ha salido 'callo'. Lastimosamente, la zona petrolera no podría vanagloriarse de haber vencido obstáculos, desavenencia que se han ido convirtiendo en costumbre y modas en la relaciones del trabajo.

En esta historia, perfectamente cave la observación y aplicación de Nadine Heredia. Por qué esas relaciones de trabajo mayormente entre empleadores foráneos y privados con el trabajador peruano, nunca han podido caminar derecho. No existe empleadora en menos de 100 años que no haya tenido conflictos con sus trabajadores; siempre amparándose en lo mismo, el desconocimiento, la renuencia en desobedecer la ley laboral peruana, en el prurito siempre de llegar al mismo espacio de la explotación y el enriquecimiento indebido.

Pero existir un factor que siempre ha sido parte indispensable, como el combustible para agitar el fuego. Ese personaje siempre lo encarnaron las oficinas laborales, los jueces, las inspecciones de trabajo, que se encargaron de trabar la justicia, inclinándola siempre hacia el lado patronal. Lamentablemente, ese ha sido el rol que comediaron jueces sin moral, inconsecuentes que pusieron sus despachos al servicio de lo desproporcional sin tomar en cuenta que en sus viles actitudes, afectaron derechos fundamentales de la clase trabajadora, sembrando la semilla de la discordia..

Aquellos jueces, uno a uno torcieron su andar, no actuando derecho, proclamaron e instituyeron la intranquilidad laboral, alentaron el enfrentamiento. Aquí no existe mas que un responsable, ese cargo lo interpretó el árbitro, el juez, que con su falsa moral inclinó la balanza propiciando el histórico conflicto.

Si se trata de busca las causas de las contínuas pugnas, escaramuzas entre empleador y trabajadores en la zona petrolera, directamente y con la velocidad de una pedrada, esa vá directamente al ojo de los jueces de turno. Si ellos, hubieren actuado con rectitud vertical, y no se hubiera tolerado las transgresiones del empleador, aquí en Talara, no ostentaríamos el titulo de la ciudad mas convulsionada, laboralmente hablando.