E D I T O R I A L

A TALARA LE FALTA UN BUEN CUADRO PERIODÍSTICO

Un factor coadyuvante en el desarrollo de los pueblos radica en la capacidad de las estructuras periodísticas que la sostienen. Nos es suficiente que aquellos exhiban como credenciales buenos recursos, buena economía, pero en cambio no cuentan con la solidez profesional, ética de un buen cuerpo periodístico.

Pueblo donde existe una probada estructura periodística, tiene asegurado un formidable estado de defensa. Se constituye en la garantía, el aval que viene cuando mediante ella, se recurra a la sustentación, opinión sobre respuestas que van a gravitar decididamente en su desarrollo.

Pudiera que un pueblo como Talara que tiene prodigiosa riqueza de recursos, territorio predestinado; pero en cambio, no dispone de mecanismos que permanentemente actúen dentro de la sapiencia de su derecho, que sepan enarbolar con la palabra, el conocimiento, la capacidad de una elocuente defensa.

Este rigor es muy importante y decisivo en la marcha ascendente y exitosa de un pueblo. Algo de aquello ha sucedido por ejemplo en Cajamarca que si no hubiera tenido la capacidad de sus representantes, dirigentes, autoridades, periodismo, no se habría plasmado la oportunidad en dirimir por la toma de los resultado que mas convenía adoptar a esa importante región nacional.

La situación de la Provincia de Talara es altamente complicada. Aquí nadie podría desconocer que juega un papel gradual la naturaleza infertil, la metamorfosis permanente de un mecanismo que sin reunir las condiciones profesionales, interfieren, manipulan, digitan, decantan sus destinos, sometiendo el derecho a su desarrollo, a una suerte de sicariato.

El resultado de la intervención de aquella forma grotesca de periodismo, alarma a la población. Aquí no se ejerce ni se desarrolla la eficiencia de una actividad periodística basada en los valores de la verdad, la justicia, la razón. Aquí impera el mercantilismo genuflexo, barato, vulgar e irresponsable. La sentencia dice: " Por sus frutos los conocereis"; el fruto, la cosecha, la respuesta, es la monarquía del vacío, la oquedad.

La vulgaridad es otro ingrediente del tal engendro, el conocimiento de las tesis periodísticas han sido reemplazadas por la barbaridad mental de sujetillos que en incursión hamparil, han tendido su redes cual temerarios acosadores de la sociedad. Es tanto el desconocimiento, que esos pandilleros del periodismo de Talara no saben distinguir entre desarrollar una función objetiva, y actuar dolosamente con las agallas del vulgar sicario.

Lamentablemente aquí no existe un imperio institucional que vigile y regule la función. Cada quien dispara con el arma de su conveniencia, y respira con el hedor de su mediocridad. Aquí al cuchillo, la llaman palabra, a la intriga la confunden con la postura orgánica de una idea, lo que es negro le dicen que es blanco; aquí al delito lo llaman desarrollo: aquí a la mentira, a la blasfemia la traducen en verdades; Aquí la grosería verbal la interpolan como argumento que proviene de las canteras de la decencia.

DIRECTOR DE ASPETA

RICALDI  RAMIREZ RUIZ