miércoles, 21 de marzo de 2012


E D I T O R I A L



Y  MIENTRAS  NO  SE  RESUELVE  LA VACANCIA  DEL  ALCALDE?


Se encuentra pendiente de resolver en el JNE. una solicitud de vacancia en el cargo de alcalde, en la municipalidad provincial de Talara. Según comentarios emitidos por el demandante del pedido, la resolución ya estaría redactada <no se sabe en que sentido> solo faltaría cumplir con su publicación en el diario oficial El Peruano.

La tensión que hoy comienza a vivir la población petrolera, ya se experimentó dos años atrás en el año 2009. En esa oportunidad la Resolución que dió lugar a la Vacancia del Alcalde Vitonera Infante tenía como fecha de emitida el mes de marzo, sin embargo fué publicada recién en julio del mismo año. Ese tiempo de mantenerla en el congelador, dió lugar a muchas suspicacias.

Precisamente en torno a ello, aquí en la ciudad de Talara, se han tejido muchas conjeturas, todas ellas provienen de los mismo procedimientos que utiliza el JNE. Por ejemplo si la resolución que vacó al alcalde Vitonera de Talara estaba redactada desde marzo 2009, por qué se mantuvo sin publicarse hasta 4 meses después. El JNE. nunca dió una explicación, y lo que es peor, no existe mecanismo ni ente administrativo que haya querido investigar el caso.

El Estado de Derecho debe estar atento para estudiar y fiscalizar de forma y modo meticuloso estos procedimientos, que por su propia cuenta, se encargan de establecer nubarrones cargados de dudas y de hechos sibilinos. La función del Estado debe ser en todo momento transparente, esa cualidad debe se indesligable y la misma función de fiscalización que se ejerce en los otros poderes, debe aplicarse en el JNE.

Y mientras el JNE. actúe de esa manera, dando la impresión que se estuviera sometiendo el caso, de la suerte de una resolución a procedimientos de 'remate al martilleo'; los municipios sujetos a ese suspenso, son perjudicados por la inestabilidad que comienza a rondar, desde el momento que propios y extraños se siente invadidos por dudas que afectan la normal marcha de la gestión municipal.

Un municipio, cuya administración se encuentre comprometida por los vaivenes e incertidumbres que genera el síndrome de la vacancia, pierde velocidad, las obras se retrasan, se enquista la desconfianza. El titular del pliego sicosociado por la suerte de un resultado adverso, estresa su gestión, pierde concentración, la gestión se desorienta.

Vista esta perjudicial experiencia, que lesiona la democracia y el trabajo productivo de cualquier municipio, el Estado debería actuar con mayor decisión y prestancia. No es posible que los pedidos de vacancia esten asociados a viles actos de componendas, en donde si bien es cierto no existen las evidencias legales, una fiscalización seria y constitucional del Poder Legislativo, debería poner las cosas en su sitio, protegiendo de ese modo la legalidad en las virtudes y valores del Estado.

Talara ya sufrió en el 2009 los efectos de una vacancia de su primera autoridad municipal. Las dudas quedaron sembradas, presumiéndose la posible decisión dolosa, puesto que los argumentos nunca convencieron a la población. Ahora, podría ocurrir lo mismo de un lado o el otro. Razón que debe motivar al JNE. para que actuando con gran sentido de justicia, no ocasione colisiones ni fracture la mancomunidad de un pueblo.


DIRECTOR DE ASPETA
RICALDI  RAMIREZ RUIZ

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