Escribe:
Ricaldi Ramírez Ruiz (*)
No existen ideas, iniciativas proyectos que sean malos, inaplicables. Lo que sucede en generalidad, que estas buenas voluntades siempre se quedan allí; eso sucede comúnmente hasta con un gran cúmulo de leyes que aprueba el Congreso las rubrica el Ejecutivo y después pasan al armario o son letra muerta.
Es válida como intención la iniciativa del Gobierno Regional que con casi la totalidad de las municipalidades distritales y provinciales se han trazado metas para conducir a todos los espacios geográficos de nuestro ámbito regional en un escenario saludable. Es una aspiración de vida moderna, necesaria, competente, impostergable. Su objetivo es consagrar una nueva cultura ambiental, consolidación en aplicación de planes integrales de gestión que beneficien al sistema; hoy una exigencia mundial.
El proyecto resulta adecuado si tomamos en cuenta que ese es el próximo primer paso de la humanidad. Efectos como la rotura de la Capa de Ozono y del peligroso cambio climático enmarcan que en todas las geografías del planeta se tomen esas precauciones. Es más, la vida saludable camina junto con el progreso, el desarrollo humano, evita el deterioro, protege la salud del hombre.
Sin embargo, hay que advertir que las tesis de Municipios Saludables no necesariamente es iniciar el recojo de residuos sólidos, buscar la apariencia de una región limpia, esmerada y busquemos aparecer políticamente en los mejores lugares del mapa de las ciudades más limpias del Perú. Si esa es la intención, estaremos respondiendo con soluciones cortoplacistas, coyunturales. Se podría dar el caso que cambien de ánimo los municipios y el problema lo tendríamos de regreso.
La recomendación es que se debe construir una cultura permanente, estable, uniforme de municipios saludables. El presidente regional señor Javier Atkins ha señalado que será una labor de las municipalidades contando con el "respaldo del gobierno regional". Este criterio, rompe la simetría, es muy riesgoso, no garantiza la consolidación de un proyecto regional de VIDA SALUDABLE. La respuesta es que cada municipalidad llegará hasta donde le permitan sus recursos económicos.
Mucho más todavía, llegar a la meta de municipios saludables según la verdadera concepción, no básicamente es el prurito de ponerse a recoger piedras, eliminar residuos sólidos. Ese concepto es muy primario. Municipios, en la dimensión saludable, son aquellos que hagan posible que sus vecinos adquieran solidez en el progreso, bienestar, paz, servicios. ¿Qué hacemos si a lo mejor nos convertimos en la ciudad campeona en desaparecer la basura, pero que no tenemos agua, salud, buenos colegios, buenas autoridades?
Que se dice siempre: "Una ciudad no es limpia, cuando más se limpia; lo es cuando menos se ensucia". Luego para ir a la búsqueda de esos resultados de excelencia, también debemos buscar consolidar en los vecinos una cultura previa de educación instruyéndole para que encaminen sus actos por el respeto al medio ambiente y acatamiento a planes y gestiones que las municipalidades dispongan al respecto.
Se ha informado que la Región Piura produce 530 mil toneladas de basura al año. Por ejemplo la sola ciudad de Talara acumula un recojo de 120 a 150 toneladas por día. Para una eficaz política de convertirnos en municipios saludables, hay que responder también a un riguroso estudio que nos permita reconocer cuales y cuantas maquinarias, herramientas o recursos humanos necesitamos. Habrá pueblos que con esfuerzo responderán, otros se quedarán en los buenos deseos.
(*) Periodista
Director NoticiasTalara.Com
Prensa Digital
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