D E S D E M I E S Q U I N A
RICHARD KINBOLL
MOVILIZACION JUBILOSA
Hace apenas unos días atrás en una de mis notas, critiqué la incursión sediciosa, el desborde incorrecto de muchos sectores ciudadanos que malinterpretan la fiesta del espíritu con carnavales sangrientos. Mi critica siempre centrada en demandar ponderación, orden, respeto, creo que estaba encuadrada no sólo en la buena interpretación de los hechos, sinó el deseo de evitar que la sangre por esa vía erronea, llegue al rio.
Empero, lo que hoy me anima en traer a colación la secuela de esos espectáculos muy peligrosos, es la elevada concentración ciudadana que se encuentra siempre dispuesta en contribuir para generar animosidad, interés frente a ese tipo de concetraciones humanas. Muchos a quienes se ha consultado, me respondieron, que es obra de la idiosincrasia de la gente que buscan este tipo de válvulas de escape, desahogo en una mala interpretación para desestresarse.
La referencia quiero llevarle a otro escenario. Hoy estamos a escasos 10 días de la celebraciones por el aniversario de nuestra Provincia Petrolera. El ánimo es diferente, frente a esta fecha clásica no existe, por último nunca lo hubo, ese desborde entre una fecha de espectáculo mas folklorico que no reviste de interés de cultura, y una fiesta como lo representa el aniversario histórico de un pueblo.
En el primero, la gente se anima, participa, se euforiza, se encierra en grandes fiestas, no se escatiman los gastos; mientras que en la segunda, ni autoridades, ni pueblo le dan la credibilidad, la participación, la presencia que exige la circunstancia. Es una fragrante contradicción, una paradoja, que nos lleva a preguntar qué pasa con el ánimo de nuestra gente?.
En efecto, ya estamos a escasísimos días y ni siquiera un programa que guie e incentive, se cuente como para acrecentar y motivar los ánimos. Es que como no se trata de una expresión netamente de populorum, sinó que requiere reunir un mínimo de conocimientos, de cultura, de historia, aquí nacen las dificultades que obvian la presencia de un trabajo de calidad, verdadera respuesta a una fecha de grandes valores.
Esa es entonces la razón que explica la paradoja; por un lado carnavales burlescos y fantasmagóricos, fanfarrias sin testimonios, donde se concentran gran cantidad de público, y las fiestas históricas de un pueblo vacías de calor y sensibilidad social. Y cuál es la razón de ello, la respuesta, nuestro pueblo, nuestra gente, no la educamos para la trascendencia, no maduró y supo priorizar los valores de la persona y valores que acrecienten los contenidos sociales de una comunidad.
Algunas instituciones, organismos, despertando demandan un cambio de criterio, de acción, de ánimos. Entre ellas por ejemplo la Cámara de Comercio, asociaciones de cultura, magisterio, instituciones periodística están llamadas en liderar y profundizar los surcos de entendimiento y prestancia frente a fechas histórica donde se depositan los verdaderos valores y testimonios de los pueblos.
OPINION: ASOCIACIÓN DE PERIODISTAS TALARA. "ASPETA"
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