ARTÍCULOS HISTÓRICOS A
PROPÓSITO DEL ANIVERSARIO DE
TALARA"
Juicio histórico a Fujimori en Talara
Talara. Tal vez el pueblo de Talara no
logra esta aspiración por el Statu Quo y por lo autorizado en la Resolución de
Extradición que otorgó la justicia de Chile, que solamente autorizó siete casos
que todos conocemos.
Concluido el juicio que en materia
jurídica constituye la concurrencia de toda una pulcritud legal por tratarse de
la comisión de delitos contra la humanidad y derechos humanos. Fujimori no podía
driblear este reto, consecuencia de sus crímenes. A la postre la razón
fundamental de un enjuiciamiento histórico y no otra, cuando se intenta
entenderlo diciendo que derrotó al terrorismo y por lo tanto, sus crímenes
deberían pasar piola.
En un esfuerzo de entender que
solamente el “dictador” debe responder por delitos de lesa humanidad y hasta
allí quedaremos satisfechos los peruanos, surge la natural y legítima pregunta
para saber quién tomará la iniciativa y cuándo se hará justicia para responder
por los crímenes sociales cometidos por el mismo actor en detrimento de muchos
pueblos del Perú.
Creemos que tanto de grave como
constituyen los delitos de lesa humanidad, tanto también, lo son cuando aquellos
crímenes sociales han herido de muerte a pueblos productores como Talara.
Estimando que ningún crimen debe quedar en la impunidad, y así como ahora en ese
juicio histórico se hace justicia y se reivindica el daño a la vida de personas
inocentes, profesores y estudiantes; de la misma manera se debe vindicar a los
pueblos que sufrieron daños irreversibles.
Con los mismos efectos de la crueldad
de los asesinatos a personas inocentes que nunca volverán a ver la luz de la
vida, así, Talara que fue sometida al proceso de privatización más lesivo de la
historia, difícilmente podrá reencontrarse con su destino.
La dictadura para cumplir al pie de la
letra con el programa entreguista de la “privatización”, operó la liquidación de
la empresa estatal Petróleos del Perú. Se desintegraron sus operaciones por
mandato de un liberalismo inocuo y absurdo. De este modo una empresa integrada,
la única en toda América Latina, estratégica para el desarrollo nacional, fue
vendida al puro interés de las petroleras transnacionales.
Desde aquel antihistórico proceso
(1996), Talara no resurge por la gravidez de un irreversible receso social. Una
Población Económica Activa de 10 mil trabajadores pasaron a la inactividad. Los
contratos petroleros que se suscribieron al amparo de lo mejor para el país,
constituyeron un fraude. Talara perdió y se truncó en su desarrollo petroquímico
(Fertilizantes, Negro de Humo, Solventes en 1996).
Ese es el gran daño social por el que
se reclama un justo resarcimiento. Del producto de la privatización y venta de
Petroperú (Lotes petroleros, plantas de ventas, grifos, barcos, campos
productivos, refinerías), el gobierno no revirtió nada. Lamentablemente, la
resolución de extradición no lo autoriza, pero para el ciudadano talareño no
borrará de su conciencia la esperanza que una justicia proveniente de un
gobierno social en democracia, atento en su fin noble de gobernar con equidad,
pueda permitir el resurgimiento de Talara.
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