REGIONAL

Agotar el diálogo en caso de Sechura



Las posiciones divergentes de una parte de la población de Sechura, representadas por el Frente de Defensa de los Intereses de la Bahía y la empresa Savia en el caso de la explotación del gas de Sechura, tendrán que sopesarse y evaluarse al momento de tomar la decisión de empezar con los trabajos del tendido del gasoducto

         Desde el punto de vista del Frente de Defensa, la causa de la muerte de las conchas de abanico y otras especies marinas, se debe a las actividades de explotación de hidrocarburos en la zona. Sin embargo, no hay un estudio científico que así lo demuestre. Savia, por su parte, dice que el gas seco no contamina. Convencer de ello a la población es una tarea difícil, ardua y durante el tiempo que lleva en la zona no lo ha conseguido.

Conciliar dos posiciones extremas es muy difícil. El Estado, como mediador, puede tener legitimidad, pero tampoco tiene la confiabilidad de la población. Ante esto, queda la posibilidad de un tercer elemento que puede ser una institución científica, como una universidad o instituto, que sea capaz de reforzar o refutar lo que dice la empresa.

Si bien es cierto que la gente del Frente de Defensa tiene profesionales, estos no son especialistas y trabajan sobre supuestos que podrían ser valederos o también erróneos y entonces se hace necesaria la presencia de alguien que no tenga mayor interés que la verdad, el cuidado ambiental y también el bienestar económico y social de la población de Sechura, para que desapasionadamente pueda opinar y mostrar los pro y contra del proyecto de explotación del gas de Punta Lagunas.

Mientras tanto, la empresa está en la obligación de demostrar que no solo para el caso del gas, sino que en general, sus operaciones son limpias. Y la denuncia de muertes de especies marinas alrededor de las plataformas de perforación de petróleo, debe levantarlas y demostrar que no son ciertas. Toda sombra de duda necesita ser despejada para que Sechura vuelva a confiar.

Por ahora se ha alargado el plazo para la audiencia pública complementaria y eso demuestra la disponibilidad de la Presidencia del Consejo de Ministros de permitir que en cada taller se dialogue, se pregunte y se absuelva dudas, aunque lleve tiempo. No importa que se alargue dos o tres meses, lo que importa ahora es el resultado para no llegar a hechos como los sucedidos en marzo, donde murieron dos personas.