lunes, 16 de julio de 2012

NACIONALES


Inclusión para la Amazonía


Hasta hace tres o cuatro décadas aún se decía que en la Amazonía estaba la despensa futura del Perú, dado su inmenso territorio surcado por grandes ríos, cubierto de densos y variados bosques y poseedor de una biodiversidad que figura entre las más ricas del mundo.
"En esos territorios amazónicos, antes abandonados y marginados, el Gobierno se propone afirmar la presencia del Estado, fomentar la participación directa de los gobiernos regionales y locales y facilitar la inversión con responsabilidad ambiental.”

A fines del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX, la explotación del caucho produjo un boom económico y social en nuestros pueblos selváticos, al igual que en Brasil, Colombia y Bolivia. Este fenómeno atrajo una gran ola colonizadora que introdujo sustanciales cambios culturales y económicos en ciudades como Iquitos y otras de menor desarrollo.
 
Esta “fiebre” del progreso, sin embargo, enriqueció solo a consorcios extranjeros, pero los pueblos amazónicos, sobre todo las comunidades nativas de diferentes etnias, volvieron a sumirse en el olvido. Como siempre, la capital de Lima y los gobiernos centralistas de turno les dieron la espalda, permanecieron indiferentes, como si se tratara de otro país, acumulando así una inmensa deuda social con esa estratégica región de la patria.
 
En las últimas décadas, se presentó otro boom pernicioso, constituido por el narcotráfico, la tala ilegal y deforestación de nuestros bosques y la contaminación de los lavaderos de oro informales. Estos últimos envenenan los ríos y amenazan con desaparecer la inmensa riqueza biológica que allí se atesora y que constituye patrimonio ambiental del planeta. Mientras tanto, la extrema pobreza, y flagelos como la desnutrición crónica infantil campean en nuestras comunidades amazónicas.
 
A la urgente necesidad de saldar esa deuda social del Estado peruano con la Amazonía se ha referido el presidente de la República, Ollanta Humala Tasso, durante las tres intensas jornadas de gobierno que ha cumplido en diversas localidades de los regiones de Loreto, desde el Consejo de Ministros Descentralizado que se celebró el viernes 13 en Iquitos hasta la clausura de la Feria Expoamazónica 2012, acontecida ayer en la ciudad de Pucallpa. 
 
La citada sesión del Gabinete, presidida por el propio Jefe del Estado, ha sido considerada como un hito histórico, pues es la primera vez en la historia que el Gobierno de Lima se traslada a la ciudad-puerto más grande e importante de la Amazonía peruana para tomar importantes acuerdos vinculados al desarrollo integral de aquella región, materializados en construcción de puertos fluviales y carreteras, locales escolares, centros de atención médica. Fomento de micro y pequeñas empresas, obras de saneamiento, entre otros.
 
Se estima que dichos acuerdos dejaron un compromiso de inversiones por 600 millones de nuevos soles en 2012 y la aprobación de importantes proyectos de desarrollo para los próximos años.
 
El Gobierno se propone, además, enlazar a las más alejadas localidades amazónicas mediante una moderna red de telecomunicación para integrarlas al resto del país con empleo de tecnología punta, como es el caso, por ejemplo, de la electrificación e instalación de telefonía inalámbrica en localidades fronterizas de San Antonio del Estrecho y Santa Clotilde, en el Putumayo.
 
En este punto hay que destacar la importancia que tiene el acuerdo de la sesión del Gabinete en Iquitos para crear la provincia del Putumayo, en la frontera norte de Loreto que limita con Colombia y Ecuador. Se trata del distrito más grande del país, con una extensión de 34,942.49 kilómetros cuadrados y una población aproximada de 7 millones de habitantes. Como bien lo ha precisado el presidente Ollanta Humala, en esos territorios peruanos, antes abandonados y marginados, el Gobierno se propone afirmar la presencia del Estado, fomentar la participación directa de los gobiernos regionales y locales y facilitar la inversión con responsabilidad ambiental y local, para impulsar el resurgimiento de una región inmensamente rica.


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