viernes, 27 de julio de 2012

O P I N I Ó N



Los trabajadores (as) y el Mensaje de 28 de Julio


En la reunión realizada con el Presidente del Consejo de Ministros, Juan Jiménez, se le reiteró la demanda de los trabajadores y trabajadoras para que el Presidente Ollanta Humala, en su mensaje al país por 28 de julio, anuncie el viraje de la política económica y social con el fin de solucionar los conflictos y atender las demandas de la ciudadanía.

Esta decisión será fundamental para concretar los cambios por los cuales votaron la mayoría de
peruanos y peruanas y cuyo rechazo al continuismo económico propugnado por el actual régimen viene costando la vida de 17 ciudadanos. Tratar de atender las exigencias sociales con las mismas reglas impuestas por el nefasto gobierno aprista y la dictadura fujimontesinista implica crear el contexto para nuevas protestas.

En ese sentido,
saludamos la decisión presidencial de erradicar del gabinete a los sectores autoritarios y represivos representados por Óscar Valdés y el exministro del Interior, lo que implica un paso importante para retomar la iniciativa política. Sin embargo, no sólo basta el cambio de personas sino que el mandatario ejecute los cambios de fondo a los que se comprometió.

Por este motivo, esperamos que en el mensaje de Fiestas Patrias se anuncien nuevas decisiones destinadas a resolver las demandas de los pueblos de Cajamarca y Espinar y de todas las localidades en conflicto que luchan por el agua y sus recursos naturales. Asimismo, medidas como el incremento de salarios y pensiones en el sector público y privado, la restitución de derechos laborales, el impulso de una Ley de Trabajo que ponga fin a los abusos, atropellos y despidos y la derogatoria de los regímenes especiales como la agroexportación, CAS, Textiles, Mypes y los decretos de criminalización de las protestas.

En el tema social urge que el Presidente anuncie de manera enérgica una lucha frontal contra la corrupción y la impunidad que se fortalecen con fallos prevaricadores como el dictado por el magistrado Villa Stein, además de un verdadero Plan de
seguridad ciudadana para enfrentar al narcotráfico y la violencia, como ocurre en construcción civil con el aval del Ministerio de Trabajo, que sigue brindando registros sindicales a bandas de delincuentes.

También esperamos la determinación en el mensaje presidencial para declarar la nulidad de los contratos fraudulentos del Puerto del
Callao y Paita, la no privatización de las empresas estratégicas y de los recursos naturales, como el agua; la masificación del Gas de Camisea, la construcción del Gaseoducto Andino y el impulso de la Petroquímica con la finalidad de abaratar la energía y beneficiar a las familias peruanas.

Los trabajadores y trabajadoras nos mantendremos atentos al mensaje y reiteramos que continuaremos con nuestras acciones de lucha hasta que se cumpla con resolver las demandas del pueblo peruano.


Los discursos presidenciales en la región

A propósito del acostumbrado discurso de 28 de julio, hace unos días una noticia daba cuenta sobre cómo utilizan los presidentes latinoamericanos los medios de comunicación y cuánto tiempo ocupan los mensajes en cadena nacional. En este ranking destacan largamente los presidentes de Venezuela, Ecuador y Argentina, mientras que los de Colombia, Brasil y sobre todo el de Perú, aparecen con un uso moderado.


¿Es una virtud o un defecto aparecer demasiado en medios? Depende. A Chávez y a Correa se los critica por sus largos discursos de escucha casi obligatoria y en el otro extremo a Humala se le dice que es un presidente casi mudo.

Sin embargo, las críticas y hasta los elogios dependen de las circunstancias. Por ejemplo, los mismos medios que en nuestro país critican los discursos y las políticas de Correa en Ecuador, se han olvidado rápidamente de los enconos y acaban de pasar, casi en cadena nacional, un discurso del mandatario ecuatoriano donde fustiga duramente a los opositores antimineros de su país. Los nuevos admiradores de Correa en el
Perú se preguntaban hace unos días por qué el presidente peruano no hace lo mismo.

Lo cierto es que nuestro presidente no tiene la facilidad de palabra de otros mandatarios. En el terreno de la comunicación no ha mejorado mucho en estos años de vida política; es más, pareciera que ha retrocedido en su primer año de gobierno.

Sin embargo, este 28 de julio el presidente deberá cumplir nuevamente con el protocolo y dará un mensaje a la nación. Seguramente tendrá que referirse, entre otros, al tema de la minería y los conflictos. Todo indica que anunciará algo de lo que ha definido como una propuesta para una nueva minería.

Se necesitarán más que discursos para un replanteo sustantivo de la relación entre minería, protección ambiental y conflictividad social. No estaría mal que el presidente se acuerde del discurso de hace un año, de las propuestas que hizo y de frases como: “tenemos un Estado que le da soroche y hay que acercarlo a las poblaciones; el
Perú necesita de una verdadera política de ordenamiento territorial para el uso sostenible de los recursos; hay que fortalecer la gestión ambiental”, etc.

Se necesita mucha voluntad política para llevar adelante un conjunto de reformas sustantivas. La gran interrogante es si existe esa voluntad en el presidente y en su flamante tercer gabinete. Un nuevo año perdido sería fatal para la gobernabilidad democrática del país.

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