NACIONALES

Recuperando la confianza

La primera tarea que se ha impuesto en Cajamarca el arzobispo Miguel Cabrejos Vidarte, apoyado por el padre Gastón Garatea, es escuchar todos los reclamos de las autoridades y representantes de organizaciones populares respecto al proyecto Conga, con la finalidad básica de recuperar la confianza mutua que debe existir entre el pueblo y sus gobernantes.
Tenemos que empezar a devolver la confianza de unos con otros, para lograr hacer acuerdos, que creo que toda persona necesita y desea.”

Con esta perspectiva, expresada claramente por monseñor Cabrejos, el reinicio de las conversaciones ha sido propicio y positivo, según opiniones de diversos sectores de la sociedad organizada, y todo indica que se va por buen camino para lograr un consenso y acabar, de una vez por todas, con los enfrentamientos entre peruanos, que ya han cobrado un alto y doloroso costo.

 

La primera jornada de esta nueva etapa se ha caracterizado por señales muy alentadoras respecto a la meta final, que es arribar a un acuerdo que garantice el cuidado y preservación del agua, así como el respeto al medioambiente, e impulsar, a la vez, el proyecto minero con el compromiso de la empresa de ofrecer un mayor aporte al desarrollo integral de la región, incluyendo obras y generación de empleo.

 

Una característica inédita de esta nueva política del Gobierno en el campo de la minería extractiva es que se crearán mecanismos de permanente control y fiscalización de las actividades de la empresa, a los que tendrán acceso representantes del gobierno regional y las municipalidades.

 

Una de las señales positivas a favor del diálogo es la doble representatividad que asume monseñor Cabrejos, en su condición de facilitador. Por un lado, ha recibido el encargo personal del presidente de la República, Ollanta Humala Tasso, y por otro tiene la autorización previa de la Conferencia Episcopal Peruana (CEP), máxima instancia jerárquica y colegiada de la Iglesia católica en Perú.

 

Precisamente, la CEP ha emitido un comunicado expresando su confianza en que el pueblo de Cajamarca pueda lograr la ansiada paz, desde la reconciliación y la búsqueda del bien común. Y ha subrayado que la Iglesia peruana acompaña a los gobiernos Central y regional, así como a la población de Cajamarca, "en estos momentos significativos y necesarios de reconciliación nacional".

En este aspecto hay que recalcar que monseñor Cabrejos y el padre Garatea han tenido el acierto de reiniciar el diálogo con las autoridades cajamarquinas y la sociedad civil de esa región en la sede de la Iglesia evangélica presbiteriana. Este gesto dice mucho del espíritu ecuménico cristiano que orienta al catolicismo desde El Vaticano y de la vocación de paz, unión y tolerancia que debe animar a todo el proceso de diálogo.

 

Tras mencionar que los puntos de vista y argumentos expresados en esta primera reunión están contenidos en un documento de once hojas, monseñor Cabrejos ha manifestado a través de los medios de comunicación: "Tenemos que recuperar la confianza, tenemos que devolvernos mutuamente la confianza, porque sin ella se pierde todo, tenemos que empezar a devolver la confianza de unos con otros, para lograr hacer acuerdos, que creo que toda persona necesita y desea".

 

Este nuevo espacio que se abre a favor del país, especialmente de la población de Cajamarca, ha suscitado el respaldo y la aprobación de todas las instituciones y fuerzas políticas de la nación. El trabajo pendiente será arduo, a no dudarlo, pero todos los peruanos esperamos los mejores resultados.