lunes, 19 de mayo de 2014

TRIBUNA LIBRE


La reelección inmediata de autoridades municipales

La reelección inmediata favorece la consolidación de la democracia local. Por cuatro razones: amplía al elector su derecho a escoger, fomenta la consolidación de nuevos partidos o movimientos, estimula el ejercicio de la oposición, y confiere mayor legitimidad al gobernante reelegido para la toma de decisiones.


Matthew Shugart ha sugerido que “el vínculo básico de la responsabilidad entre ciudadanos y representantes —en los órganos tanto ejecutivos como legislativos— es conceder a los votantes la oportunidad, al término de cada mandato, de recompensar o castigar a su representante reeligiéndolo o no”.

Es el pueblo quien pone y saca autoridades, cada cuatro años. La reelección no es automática, sino sometida a sufragio. Y es por ello que, al permitirse la reelección, existen mecanismos como la vacancia o la revocatoria para sacar del poder a quien incurre en alguna de las causales que establece la Ley Orgánica de Municipalidades o, si se cumplen, los requisitos que establece la Ley de los Derechos de Participación y Control Ciudadanos, y es revocado en el proceso correspondiente.

De aprobarse como está el dictamen de la Comisión de Constitución del Congreso que impide la reelección, se haría innecesario el mecanismo de la revocatoria. Y entraría en discusión si un periodo de cuatro años es suficiente para cumplir un plan de gobierno. Más aun si conocemos lo burocrático que resulta el Estado con un sistema de compras poco ágil y un SNIP más que gravoso, aunado a lo cambiantes que resultan las políticas públicas que varían al son de los gobiernos de turno poniendo en peligro la continuidad de las reformas y obras de gran magnitud.

Ahora bien, ¿qué pasa con el gobernante que realiza una excelente gestión al frente del municipio y no puede postular a la reelección porque existe una ley que lo prohíbe? Generaría frustración en los ciudadanos la imposibilidad de reelegir al gobernante que finalmente ha logrado administrar adecuadamente el municipio y que con su gestión eficiente y responsable se ha ganado la confianza y el apoyo ciudadano.

Prohibir la reelección de alcaldes puede frustrar el desarrollo de un distrito o una provincia, dado que cuatro años son claramente insuficientes para obras de trascendencia, dado el tiempo que toma aprobar los proyectos de inversión pública.

Por lo que proponemos una fórmula intermedia: permitir la reelección inmediata por uno o dos periodos como máximo, a fin de no frustrar la continuidad y posibilitar, al mismo tiempo, la alternancia en el poder.
1    Raúl Velásquez Gavilanes, y otros. Reelección inmediata de alcaldes y gobernadores: ventajas, riesgos y recomendaciones de política. Vniversitas. núm. 109. 2005. Pontificia Universidad Javeriana, Colombia. p. 550.

2    SHUGART, MATTHEW, “Sistemas de gobierno en América Latina: frenos y contrapesos en era de globalización”, en CARRILLO FLÓREZ, FERNANDO (editor), Democracia en déficit gobernabilidad y desarrollo en América Latina y el Caribe, Banco Interamericano de Desarrollo, Washington, DC, 2001, págs. 182–183


3    Idem. Reelección inmediata de alcaldes

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