PRIMERA PALABRA

EL PERDÓN DE JAVIER ATKINS 

Es sorprendente la actitud del señor Javier Atkins Lequeros (JAL), Presidente de la Región Piura (Perú), de pedirle perdón a la ciudadanía de la Provincia de Sullana, supuestamente, por inacción a sus deberes y obligaciones, en su condición de cabeza de un gobierno llamado en aplicar mínimas políticas de bienestar a las poblaciones.

Sucede que en la mencionada provincia, amén de muchas otras dificultades, viene atravesando una experiencia social, que por si sola, demuestra que se debe estar afectado de ceguera desde mucho tiempo atrás, para no darse cuenta, no haber detectado, que esa ciudad estaba colapsando en su infraestructura sanitaria, una infraestructura quien sabe mas vieja que la misma edad de Matusalén.

La ciudad en referencia, se ubica en distancia, a menos de media hora de la capital piurana donde radica la sede del gobierno Regional.  Al mismo tiempo es la segunda provincia, por concepto poblacional, en recibir los mejores ingresos al momento de repartir los presupuestos. Y, es sede de la Sub-Región Luciano Castillo Colonna; es zona agrícola -hoy- siembra la caña de azucar de donde industrialmente produce Etanol.

Por contar con los argumentos mencionados y, muchos otros mas, es que no se explica el elevado descuido a la hora de plantear el diseño de un crecimiento amparado en auténticas políticas de desarrollo. Eso quiere decir que los dignísimos señores presidentes regionales, asumieron el cargo, sin antes tener el mínimo registro de estudios armónicos, planificación en desarrollo regional de modo integral. No se puede admitir que las repetidas administraciones, no haya tenido la mínima noción de ello.

Extraordinariamente extraño que el presidente de turno de la Región, señor Javier Atkins Lequeros, ya casi en los últimos meses de su gestión de cuatro años, recién se de cuenta que en la provincia mas próxima de Piura, una terrible explosión de lava pestilente del vejestorio sistema de desagües de la ciudad, le iba a reventar en la cara.  Precisamente, cuando alistaba su pretensión de tentar una reelección por un trabajo vacío, magro, obsecuente.

Al tomar nota que el cielo se le venía encima por el caso de Sullana, descalificándo y ponderando su gestión como la mas mediocre del país, no le quedó mas remedio que pedir perdón; pretender de eso modo excusarse buscando las comprensiones de los pueblos que ha intentado darles gobierno en la mas pura interpretación de orfandad, sin esperanzas de sustentar el derecho a un futuro digno; expresa su consciente declaración a su incapacidad..

El gesto de pedir perdón a Sullana, tendrá que hacerlo tarde o temprano con la casi totalidad de la provincias de la REGIÓN.  Todas le van a salir al paso espetándole su ineficacia, escaso conocimiento, nula aplicación de un Plan de desarrollo integral.  Para no ir mas lejos, ni siquiera ha luchado por establecer una Región geopolítica equidistante, descentralizando sus capitales potenciales y productivas. Absurdamente todo sigue centralizado en PIURA. Esto, es ineficacia e inconsecuencia que cierra las puertas al despegue social-económico.

En Talara va a  tener que pedir perdón de rodillas.  Ni siquiera visitas de médico o mentirosas.  Nada, absolutamente nada para la provincia mas importante por sus recursos de los hidrocarburos.  Aquí está esta ciudadanía a la espera que a la presidencia regional, llegue un verdadero estadista con diferente visión y piense convencido que desarrollar una demarcación territorial, no es concentrar un trabajo en una sola ciudad.