miércoles, 27 de junio de 2012

E D I T O R I A L

UNA VERDAD DEL ENGANCHE PETROLERO


Tres congresistas amigos, me confiaron una verdad estremecedora. Es de aquellas que solo se rescatan o se llega a ellas con lupa, investigación sincera, coherente, responsable y en cumplimiento de la auténtica labor congresal.

Me revelaron que el resultado de ese fenómeno llamado "enganche laboral", no constituye un acto único que lesiona social y laboralmente a los trabajadores peruanos sometidos a ese regimen. No es meramente ese el defecto; por el grado de explotación consentida por el mismo estado, el enganche tiene una connotación mucho mas gravísima.

En la zona petrolera de Talara, excluyendo a Petroperú, empresa estatal; existe una población laboral que se ocupa en la actividad petrolera oscilante en un promedio de 6 a 10 mil trabajadores. De esta masa, 2 mil son trabajadores fichados en las planillas principales, y los casi 6 mil restantes están matriculados en las famosisímas services, o mas propiamente enganchadoras.

Desde el año de 1993 que ocurre la "Privatización de toda la industria del petróleo", llegaron al Perú un abanico de empresa unas muy poderosas económicamente hablando, como las hoy existentes Petrobras, Petrotech (Savia), Sapet, otras + enganchadoras. Significa que bajo su majestad la privatización se viene obedeciendo exactamente: 19 años de lastre laboral.

Mis amigos congresistas que preparan un señor proyecto de entorno reivindicativo, establecen que la diferencias en el nivel remunerativo entre un trabajador de planilla y su congénere de las enganchadoras, existe una diferencia de 3 a 4 mil nuevos soles per cápita. Qué significa esto, dónde está el gran descubrimiento que va a motivar un severo llamado de atención y una elevada denuncia congresal?.

Significa que en estos 19 años de enganche con poblaciones laborales flotantes que oscilan entre 4 a 6 mil trabajadores, las principales como Petrobras y otras al encargar a las intermediarias la administración de personal, dejaron de cancelar al trabajador, o dicho de otra manera, quitándole la legitimidad del verdadero salario petrolero, se quedaron con un promedio de 3 mil millones de soles. 

Dinero que dejó de ingresar al bolsillo de los trabajadores por el sambenito enganche tolerado y admitido por todos los últimos gobiernos neoliberales peruanos. Toda otra actividad delincuencial del país, queda chica frente a este despojo via desconocimiento de los legítimos niveles remunerativos. Por qué, de dos trabajadores realizando la misma actividad, uno esté en planilla legal y el otro en planilla disfrazada?.

Indudablemente que esta modalidad de robo, que es superfantástica y superior a cualquier faenón, no se encuentra tipificada ni precisadas sus sanciones en los códigos penales del Perú. Resulta muy penoso decirlo, sentimos los peruanos vergüenza ajena que el mismo Estado de Derecho, no haya observado es modalidad del delito. En cada salario, en cada mensualidad de pago a un trabajador petrolero enganchado por el abuso, alguien se viene quedando con un promedio de 2 a 3 mil soles. Menos mal que esto ya se investiga, y ojalá no estemos alertando y se quede en el camino.



DIRECTOR DE ASPETA
RICALDI  RAMIREZ  RUIZ

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