UN DÍA DE FURIA.

Es increíble. Insólito, y en una de esas, tal vez sin precedentes en el fútbol mundial. Al menos en público, es difícil recordar alguna imagen en la que el técnico de un equipo de fútbol golpee a uno de sus jugadores.

Ocurrió en el país en forma de bota y toda Italia puso en paréntesis la discusión por ver quién ganará finalmente el Scudetto para hablar del momento en que el entrenador Delio Rossi perdió la cabeza y agredió al serbio Adem Ljajic, después que este protestara irónicamente aplaudiendo cuando fue sustituido cuando ya la ‘Fiore’ -sin el ‘Loco’ Juan Manuel Vargas que sigue lesionado- perdía 2-0 en casa ante el Novara, equipo ya descendido, por la trigésima fecha de la Liga Italiana.

Ljajic aplaudió, se originó un intercambio de insultos y cuando el jugador ya se había sentado en el banco, Rossi se le lanzó para propinarle varios golpes. Asistentes y otros jugadores tuvieron que intervenir para frenar el pleito.

Damiano Tommasi, presidente del sindicato de futbolistas en Italia, sostuvo que comprendía la tensión del momento -a falta de dos jornadas para el final, el club violeta ocupa la quinta plaza por la cola con 42 puntos y puede perder la categoría- pero precisó que “perder la brújula de esa manera no tiene justificaciones”.

Pero lo que vino después es casi la crónica de una muerte anunciada: Rossi, como no podía ser de otra manera, fue sancionado con tres de meses de inhabilitación y se quedó sin trabajo. No va más como responsable del banquillo del cuadro toscano.

El juez deportivo Gianpalo Tossel hizo pública su decisión de analizar las imágenes de televisión y señaló que evidencian una conducta ‘impulsiva’ cuya gravedad no puede verse atenuada “por la tensión emotiva generada de una fase delicada a nivel profesional”.

También por este episodio vergonzoso que ya está en boca de todo el mundo, Fiorentina decidió destituir a Rossi y nombró como nuevo entrenador al italiano Vincenzo Guerini, quien aceptó dirigir al equipo en las dos jornadas que faltan y en donde se jugarán la vida para avanzar y no quedarse en ese décimo sexto lugar que los compromete.

El nuevo técnico ‘viola’ ocupaba desde el pasado julio un cargo de dirigente deportivo en el club, aunque entre 1979 y 1983 fue entrenador de las categorías juveniles de la entidad toscana donde también fue jugador, aunque su carrera se vio truncada a los 22 años por un accidente automovilístico. Como DT, dirigió antes al Empoli, Bolonia y Nápoles.

Increíble. Insólito. Rossi perdió la razón y se quedó sin trabajo y encima fue castigado. Si logra reinsertarse en el fútbol europeo, lo pensará dos veces antes de dejarse ganar por la sinrazón.