PRIMERA PALABRA

LOS COLEGIOS ARRANCARON Y.....

Se va a cumplir en los próximos días el primer mes del nuevo año escolar 2014.  La sorpresa que no es sorpresa, consiste en comprobar como la gran mayoría de colegios -por no decir todos- inician de la misma forma y manera como concluyeron  el año anterior.

Ningún cambio para destacar -ni físico por la infraestuctura escolar, ni de actitud en favor de la propuesta- en todo el obligado enfoque:  El maestro igual, el mismo director, la Apafa, el padre de familia, las mismas carpetas, suciedad, falta de limpieza, ausencia de agua. Esa es la gran observación, no hay otra. Todo, lo que asegura que un nuevo año educativo será igual al anterior e idéntico a los anteriores.

Se predica y se hace notoriedad a cada rato, que la Educación en el Perú por la falta de verdaderos y auténticos criterios, no se mueve de la gran cola entre los países de globo civilizado.  Es lógico suponer entonces que bajo esta indiscutible y triste realidad, la definición que nos correponda, es la de estar muy lejos de salir del ostracismo y esperanzarnos de ubicarnos en la quimera del gran cambio.

Termina un año y comienza otro igual; esta verdad, se convierte en premisa dolorosa en el Perú.  Es parte de la  respuestas aniquiladoras del sistema.  Esto, los apreciamos y lo sabemos todos los peruanos.  El Estado pretende generar sistema educativo, con presupuestos enanos, amorfos, vacíos de sensibilidad para darle consistencia a la Educación. Definitivamente por ello, la estructura educativa es mediocre, sin espectativa de madurez con crecimiento.

Han arrancado los colegios, un año nuevo, mejor sería decir un año mas, repitiendo y repitiendo lo mismo. EL MAESTRO, que no tuvo derecho a una capacitación, ni le importó mayormente por nula oportunidad de estímulo.  Con los niveles remunerativos del maestro actual , es químicamente remoto, que tenga disposición de invertir en su capacitación y mejoramiento de su actitud profesional.  Ya solo con ello, qué cambios se pueden esperar?.

Que se sepa, ni el Ministerio de Educación mismo, menos sus organismos descentralizados como Direcciones Regionales de Educación, Ugeles... generan espacios permanentes que de -grado o fuerza-, doten al maestro de las competencias indispensables que le permita ser competitivo y meritocrático.  El maestro será el mismo de siempre asumiendo el pasivo de irse quedando y desfasándose en el tiempo.

Este es el talón de Aquiles de la Educación Peruana.  Educación que gira sobre un estancamiento absurdo, inconsustancial, contradictorio.  Situación grave que si no obliga al Estado en cambiar los esquemas, entonces no cometamos la incongruencia de pedir respuestas elocuentes.  El maestro que es el motor, el mentor que acredite una nueva realidad, una educación con alcances, producto de la tecnificación, la investigación, no garantizará nunca que en el Perú se  brinde una Educación de Calidad.

Ha vuelto el alumno peruano al colegio, es decir, lo reintegramos a una realidad que no le ofrece estímulaciones, que no busca promocionar sus emociones, que no lo madura mentalmente, disponiéndole a que en su mente se establezcan espacios auspiciosos que lo integren complaciéndole el objetivo principal de formar al alumno idóneo:  El alumno exacto con derecho a una Educación exacta.