PRIMERA PALABRA

MERITOCRACIA Y EXAMEN A CANDIDATOS

Es sorpendente la modalidad de ver aparecer un candidato.  Nos imaginamos que seguramente existen mecanismos, argumentos, requisitos mínimos.  Ingresando con pragmatismo; si al maestro exigimos actualización, exámenes contínuos y permantes, antes que pueda pararse frente a un grupo humano de alumnos; ¿por qué a quienes pretenden ser representantes, autoridades en los pueblos, no se les exige lo mismo?.

La meritocracia, no debe ser un requisito regulado en forma desigual en el marco de la Ley.  Con esta usanza, vamos confirmando que en este país no somos tan democráticos, menos, somos sinceros en la búsqueda de resultados cosechados bajo una misma tabla de valores.  Pués, si al maestro le exigimos meritocracia para aceptarlo como maestro;  ¿por qué al político, no le aplicamos el mismo razonamiento?

Empero, la incongruencia no queda ahí.  El sinlogismo, aparece cuando sin "formar la cola" se cuelan muchos personajes y sin mayor impedimiento llegan hasta las ventanillas de la oficina registral de JNE. Inscribiéndose como candidatos, siendo que muchos de ellos, son cándidos personajes, buscadores de fórtunas, avivatos, conductores secretos de repartijas del dinero de las municipalidades.

Es asombrosa la democracia en este nuestro Perú.  A la pretendida nueva autoridad, nadie la conoce, no tiene trayectoria, nunca ha jugado ni siquiera un partidito con pelota de trapo, en la búsqueda de ganar algo en favor de los mas desgraciados de este Perú.  Lo mas anecdótico, es que nadie los propone, no sabemos si terminó la educación primaria -o- fue un desertor del Ejército?.  Nadie sabe quien fué su "papito, abuelito"... un caso, la gran familia fujimorista que pretende nuevamete gobernar el Perú.

La moda que no incomoda es bien curiosa.  El candidato madruga, se levanta bien temprano y comienza de arriba para abajo y viceversa el pintarreo de una ciudad; escriben lemas insulsos, se proclaman herederos de Pachacute, ejecutores del cambio social; vale decir los mandrakes volvieron a la vida desde el pasado. A ello hay que agregarle que ahora los candidatos poniéndose a la moda, imitan a la delincuencia asesorados por extorsionadores y chalecos salva vidas.

Esta espeluznante metodología es la gran responsable del atraso de los pueblos; es el puente siniestro que lleva derechito al flagelo de la corrupción.  Ejemplos al canto: lo sucedido en Ancash, Talara... y tantas otras jurisdicciones donde todavía no llega el señor "Don destape".  Es la metodología, que ubica a esos personajillos a ser rápidamente comparsa de jueces, fiscales, congresistas (...).  Con ellos la ley va derechito al tacho de la basura; la moral, honestidad, son internadas en un asilo.

La gran Academia de la lengua española debe autorizar un diccionario propio para el Perú, entre miles de acepciones abolidas o nuevas,  debe borrarse el vocablo "meritocracia".  En el Perú, eso no vale, el burro, el vulgar, autoritario, déspota, el pendejo, el audaz, el cínico, el desvergonzado, el pobre diablo ese es el candidato.  Sinó miremos la vitrina de Talara, un audaz "milico" quiere apoderarse del destino de talareños mandándonos al infierno, mas abajo donde reina el diablo.

Si los ociosos y cerebros que calientas las curules parlamentarias, legislaran de verdad,  preocupándose de exigir un exámen, establecer exigencias de cualidad, sapiencia de los candidatos.. no muchos, estarían en condiciones de saltar la valla de la solvencia y, los pueblos desde un comienzo estarían garantizados.  Claro que existen las excepciones y para ellos nuestro respeto.