martes, 8 de abril de 2014

PRIMERA PALABRA


LA CORRUPCIÓN QUE RECIÉN SE DESTAPA EN ANCASH

En el Perú como en el caso de la geografía al ilustrar la ubicación de la orografía volcánica, bajo la misma perspectiva, esta vez social, tomamos cuenta de la presencia de otros volcanes. Nos referimos aquellos divulgadores de prototipos de vida marcada de gran malestar social.

Así por ejemplo, advertimos el caso de la informalidad de explotación minera en el sur de Perú; Otro, el fallido intento de la explotación de Oro en Cajamarca, el dificil comportamiento a la erradicación del narcotráfico de la droga; la lucha sin cuartel que libramos en el Vraem con el terrorismo. Sin dejar de mencionar los explosivos encuentros y desencuentros de la sociedad peruana, con el pico mas alto alcanzado por la sedición delincuencial en muchas principales regiones nacionales.

En la presente advertencia, se presenta otro fenómeno, tanto igual o mas grave que los anteriores.  Se refiere al caso de la evidente corrupción enquistada, crecida brutalmente de forma concertada, compartida al unísono, evidenciada en casi todo el aparato del Estado. Es la misma que hoy ha reventado como un chupo en la Región Ancash, adjudicada al Gobierno presidido por el inefable César Alvarez.

También como en el caso de Vladimiro Montesimos, se había montando su "salita" desde donde se planificaban la repartija, amén de victimar -vía sicariato- a todos aquellos que osaran convertirse temerariamente en adversarios de la cosa corrupta.  Lo grave de todo, es que en el "concierto Ancash" se lograron reclutar como en el milagro de "San Martincito" a perro, pericote y gato.  Todos venían comiendo en el mismo plato sabroso de la maligna repartija.

Ayer al no poderse tapar, ocultar  mas este oprobio, se constituyeron -por primera vez en la historia-  una comisión de autoridades del mas alto nivel, y acorraladas por la realidad, no les quedó mas remedio que tratar de discuparse admitiendo una mea culpa.  Señalada directamente con el dedo de la hija de la última víctima Ezequiel Nolasco, la vergüenza se destapa como un huracán en el Perú.

En la explotación del volcán ancashino, se ha puesto el dedo en la llaga en el Poder Judicial, Fiscalía, Congreso, PNP, Contraloría de la República; exquisitamente no faltaba ninguno.  Nos hace recordar a la foto de los militares en lo convites con Montesinos.  Toda una maquinaria de corrupción y vergüenza que ha lesionado el honor del Perú.  

Como Ancash, la Región Libertad con su tenebrosa delincuencia a estilo Elio Neet y Al capone en las guerras Cicilianas por perpetuar el poder del delito.  La Región Piura no se queda atrás, también tiene su propia historia donde las autoridades deben reconocer y venir para volver a escuchar que pidan perdón haciendo otra mea  culpa.

Antes que Ancash -o- talvez paralela, se ha dado con intención de pasar piola y llevar a la impunidad la terrible corrupción de Talara. Aquí, hay que examinar los fallo de JNE que dispensaron de castigo al alcalde perverso autor de cuantioso daño social a Talara. En Lobitos, todos los organismos de control se hacen de a vista gorda.  Con toda evidencia, en el distrito turístico, su autoridad dispone a su regalado antojo de los dineros que le llegan vía canón.  Dios y la Patria quieran, que la voluntad ahora recuperada de las autoridades del Perú, se traslade aquí a nuetra provincia y, no se le vaya a ocurrir al Poder Judicial de este lugar, en mandar archivar el caso, con efecto mortífero, de la descalificada corrupción. 

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