miércoles, 17 de julio de 2013

CIUDADES INTERMEDIAS.
 

Ángel María Manrique LinaresCanziani y Chejtman presentan su reciente libro titulado “Ciudades intermedias y desarrollo territorial” (PUCP 2013), donde abordan el estudio de las ciudades que al no ser metrópolis están logrando protagonismo en el siglo XXI por ser un “nodo de interconexión” o una “ciudad en red” en el actual proceso de globalización.
 
Los autores identifican tres procesos por los cuales se vienen configurando estas ciudades:
 
1. Transición demográfica.- Existe un cambio en las corrientes migratorias, con lo que el patrón clásico de rural – urbano viene transformándose en urbano – urbano, es decir, Las personas se van trasladando entre diferentes ciudades urbanas nacionales e internacionales y van logrando una red de interconexión que permite capitalizar las experiencias locales a escala mundial.
 
2. Reforma del Estado.- Desde la década de los 80, los Estados en América Latina iniciaron un conjunto de reformas, dentro de los cuales se destacan: la liberalización de sus economías y el inicio de procesos de descentralización. La primera motivó una “recomposición de los capitales” y la “refuncionalización del mercado”, lo cual ha generado en las ciudades intermedias una nueva estructura del empleo que históricamente fue capturada por el sector público, pero que ahora está siendo desplazada por el sector privado. Por su parte, las reformas descentralistas han generado ciertas autonomías en los poderes locales y regionales, a través del ejercicio de nuevas competencias y de recursos.
 
3. Glocalización.- La relación global – local, que da origen a este neologismo, es un proceso central en las ciudades intermedias. Los modelos de gestión, los servicios, las actividades productivas, la ciudadanía y sus proyectos de desarrollo de las ciudades están en función de la globalización de la economía, la cultura y la política mundial.
 
Bajo este contexto, las ciudades intermedias pueden ser consideradas de tres tipos: las que articulan la red urbana con la ruralidad, las que integran el sistema urbano dentro de un país y las que logran articularse a la ciudad global. Cada una de las ciudades del sur del país cuenta con las fortalezas necesarias para lograr alguna tipología de ciudad intermedia.
 
Contamos con ciudades de costa que nos permiten una integración global, a través de puertos; contamos con ciudades intermedias ubicadas en los Andes que logran esa articulación rural – urbano; y finalmente cada capital de departamento tiene la particularidad de integrar lo regional con lo nacional. Por tanto, toda agenda para el desarrollo, proyecto de inversión y política pública debe tener en cuenta el contexto de cada ciudad intermedia para establecer sus ejes estratégicos.

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