miércoles, 30 de noviembre de 2011




O  P  I  N  I  O  N

POR: RICHARD KINBOLL
 
 
 
 


 

CRÓNICA DE UNA MUERTE ANUNCIADA POR SED

Existen pueblos peruanos que defienden su vida de distinta manera, se trata de un "cambio climático" muy peculiar, sui-géneris, en el caso de nuestro comentario. Se refiere a un cambio de clima, una metamorfosis de los peruanos que ya no admiten, no toleran que desde la cima del poder, se impongan determinaciones que los pueblos juzgan violadoras de sus derechos.

Es a través de estas decisiones que desde algunos años atrás, los gobiernos del Perú, vienen saboreando derrotas, desconocimiento de su autoridad, por resoluciones que adoptaron sin tomar el parecer, la opinión previa de los dueños de las riquezas.  Esto casi comenzó con el Gobierno del Presidente Toledo cuando el pueblo de Arequipa, lo obligó a desistir sobre sistemas de privatizaciones y concesiones en el sector energético.

Alan García pagó una factura muy elevada en el caso del "Baguazo" que ocasionó la muerte de civiles y miembros de la PNP.  Entre aquella administración y la actual del Presidente Ollanta Humala, se han producido los levantamientos cruentos de: Huancavelica, Apurimac, Puno, Arequipa, Huancayo;  y en los momentos actuales Cajamarca por decisión contra la Concesión de la MINA DEL CONGA. (En el último minuto: La minera Guanacocha, suspendió su proyecto y el pueblo pide al gobierno que lo declare inviable).

Todos esos pueblos ya levantados en protesta, y sentando un mal precedente para el respeto al principio de autoridad en el pais, han sabido por la vía de la insurrección hacer prevaler sus decisiones que provienen de mitos ancestrales.  Y como ello, seguramente vendrán mas adelante otros, -que tenga o no, la razón- lo cierto que ya se encuentra escrita una gran lección:  La crónica de los pueblos que defendieron sus riquezas, sus tesoros, su agua que es vida, a fuerza de pujanza, valentía, coraje.. es el mismo, que legó Tupac Amaru.

De esos pueblos de donde nace la República milenaria, hay que aprender la forma como se defendieron de la explotación de sus riquezas, cuando no se les clarifica, no queda fehacientemente determinado cuales serán las respuestas ambientalistas de equidad social al deterioro, la extinción de los recursos.  No es el caso, como muchos, tergiversando la historia piensan que existe un despropósito político contra la minería, que trae consigo la tecnología y el desarrollo.  Sucede que esos pueblos, saben que las experiencias anteriores de esas concesiones, no cumplieron con las reglas, y muchos peor, que se cumplieran las tesis del desarrollo; los pueblos millonarios de recursos viven en pobrezas inauditas.

Aquí está el caso patente del pueblo petrolero de Talara, en su conjunto (provincia), que lleva 18 años en decepcionante proceso de privatización del recurso tan o mas importante como el Oro del Conga, o, las riquezas de Antamina (Ancash).  Llevemos fotografías al Ministro de Energía y Minas para  que verifique como se desarrolla la vida en dos distritos petroleros: Organos y el Alto donde se ubica el Lote X "explotado" por Petrobras.  Entonces no es cierto que entregar la riqueza, los recursos y potencialidades de los pueblos a la "privatización", ésta -si o si-, trae consigo el cambio, la transformación, se acaban las necesidades, la miseria y el bienestar el desarrollo vienen por gravedad.

Los pueblos mencionados que han tomado la iniciativa en defensa de sus metales: oro, plata, cobre, etc.. dejan en ella, la potencial enseñanza que las grandes conquistas se logran con mucho sentido de sacrificio y consecuencia, nada se consigue fácil, nada cae como el "maná del cielo. Son grandes crónicas que pone en evidencia a los gobernantes, que así como con mucha facilidad se otorga garantía jurídica a empresas extranjeras, primero, debe garantizarse el presente y futuro de las comunidades peruanas.

Que el pueblo de Talara aprenda esta lección, que le saque los mejores frutos para resarcirse del vejamen de las petrolera y en ese otro ejemplo que siendo zona petrolera, muere de sed.  Este pueblo cuyas autoridades siguen creyendo en la cultura del paternalismo, están sentadas esperando que algún día el Estado se acuerde de solucionarles satisfactoriamente con todo sentido de justicia la necesidad de una estabilidad al servicio del agua.  Talara como en el CONGA, debe levantarse con la fuerza viril de su hijos, y terminar con el infortunio de venir sufriendo por la ausencia de su derecho al agua desde 1983. Si no lo hace, se cumplirá la inexorable sentencia de escribir la crónica de una muerte anunciada por sed.  A reflexionar pueblo de Talara.

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