sábado, 26 de noviembre de 2011

O  P  I  N  I   Ó  N



"RICHARD KINBOLL"

 
"NO HAY DONDE SEPULTAR A LOS MUERTES"

No se trata que la ciudad de Talara no cuente con cementerio para dar como siempre decimos: "cristiana sepultura a nuestros muertos".  Por ese lado no viene la sorpresa.  Talara tienes dos cementerios con capacidades para continuar en su rutilante función por muchos años mas; esos cementerios son: San Pedro que se ubica al norte de la ciudad y La Inmaculada a tres km. al este.

Entonces, amigos, señores  autoridades, la realidad incomodante y que mas bien es digna de mejor causa, es que por razones que no pueden explicarse, en las actuales circunstancias no hay cupos, no existen nichos construidos <espacio geográfico hay de sobra>, huelgan las preguntas, la  gente mueve los hombros de asombro, sin llegar a entender las causas pertinentes.

Si amigos así de simple y sencillísima la cosa. Si una persona llegara a fallecer de un momento a otro, tendría que suceder lo siguiente: a) que tenga capacidad económica para comprarse un terreno y mas adelante construir un mausoleo;  b) sepultar al fallecido en la fosa común; c) llevar al difunto y sepultarlo en el cementerio de distrito mas pròximo. No se le podría cremar, llana y sencillamente porque Talara, todavía -como siempre- esta lejos de estos alcances.

Toda una realidad evidente y al mismo tiempo a absurda.  Podría llegarse a creer que la situación es respuesta a una estratagema municipal.  O bien la gestión, a la  escasez de rentas se impulsó en esa ingeniosa decisión de no construir "nichos" por ahora, obligando la coyuntura a comprar costosos terrenos;  o, se debe admitir la displicencia, la ironía, la irresponsabilidad de la forma como muchos entienden el manejo de una ciudad-provincia.

Al cien por ciento de ciudades grandes, medianas, pequeñas del territorio nacional, les pueden faltar recursos diversos, dinero sonante y contante para ejecución de obras, servicios.  Para buscar la modernización o sencillamente vivir en moldes de pobreza y limitaciones;  pero lo que nunca se escuchó decir que en esos pueblos no existían programas actualizados para sepultar sin sustos, ni dificultades a sus muertos.

Y consta para esta columna que no hace mucho, el Alcalde, Trelles Lara, anunció al populorum que habia sido objeto de una premiación nacional considerando a su gestión como una de las mejores del país.  Digno de Ripley el anuncio.  Si para ser los mejores tenemos que gobernar como lo indicamos en este comentario, me pongo a pensar que si a un alcalde se le ocurriera simplemente cruzarse de brazos, podrían tranquilamente, considerarsele como el mejor del mundo.  Ud. que dice, nosotros estamos mal de la cabeza o nuestras autoridades estan secuestradas por infinitas limitaciones.  Ofrezcan uds.. sus propias opiniones.


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