martes, 30 de setiembre de 2014

PRIMERA PALABRA

LA VOZ DE LOS SIN VOZ
 
 
Siempre estaremos haciendo recordar una de las puntuales tesis del gobierno del Presidente Ollanta Humala.  Nos referimos al imperativo gesto contemplado en su "Programa Máximo" de gobierno: La Inclusión Social.  Precisamente, al concluir el mandato anterior del Presidente García, las conclusiones ciudadanas sobre aquel, admitían que si bien se había logrado el crecimiento de la Economía Peruana, esta no se empodereaba en el bienestar social de los peruanos.

El sector laboral es uno de los que han tenido que cargar esa insatisfacción.  En efecto, cuando la Economía Peruana llegó  a ser reconocida como una de las mas sólidas y solventes de América Latina, a despecho, el status, no mejoró las condiciones de la clase trabajadores, especialmente en los trabajadores del sector petrolero, cuyas patronales siguieron imponiendo un régimen en desigualdad salarial y condiciones de trabajo.

En la actualidad, cuando todo se moviliza en favor de iniciar el PMRT, obra que generará un nueva cultura en tecnología Refinera, en cambio, como una paradoja, la condición social del trabajador, se ha quedado sembrado en el pasado.  Va a llegar el momento que la evolución vía inversiones llegue a cambiar el rostro de Talara, pero lastimeramente, esa nueva realidad no conjugará con la presencia de un trabajador todavía tratado en condiciones de desprecio y explotación.

En todo se ha pensado; se han tomado las medidas para que ese nuevo transitar industrial de Talara, no se interrumpa.  En ese momento si no se estima que el trabajador petrolero también sea considerado, entonces habrá de aparecer de modo contradictoria la paradoja señalada.  Talara podría llegar a tener un gran desarrollo por presencia de grandes capitales que impulsarán nuevas empresas colaterales, pero seguirá arrastrando la mendicidad en la vida del trabajador.

Es necesario que los intelectuales de esta transformación social de Talara, tomen en cuenta esto, que en buen idioma, constituye  una antítesis, un disloque; donde podría llegarse a tener una ciudad de primer nivel en desarrollo industrial, pero dentro de ella, una clase laboral con regímenes de atraso.  Sería bueno que se echara un vistazo al despojo salarial que se aplica, zanjar la incoherencia social antes que la diferencia en la cultura de vida, traiga consigo mas adelante, el caldo de cultivo de un inevitable desencuentro social.

Ahora mismo por ejemplo, trabajadores de la Empresa China Sapet, vienen anunciando un estado de huelga indefinida; la explicación: no existe paridad entre la gran rentabilidad que percibe esta empresa por extraer con el esfuerzo del trabajador, un promedio de 4 mil barriles de crudo/dia, y los miserables pagos que percibe.  En la misma condición, se encuentran todo el sector petrolero de la zona.

Gravísima omisión por intermedio de las autoridades del Ejecutivo, quienes plantean un viraje del timón en la indusria petrolera, seguramente buscando revertir el pasado, empero, no incluir al trabajador a quien se le deja sumergido en la historia de una bastarda pobreza.  No se trata de solo incluir en el reparto de la torta petrolera solo emtre empresas capitalista y su corte de lobistas..

El rol cautelar del Estado, obliga en hacer un replanteo social de auténtica justicia para el trabajador, y direccionar las correspondientes medidas que establezcan paridad dentro de país, donde el actual gobierno pregonó hasta la saciedad que traía la esperanza de un Perú gobernado en un sistema Nacionalista.  Notificamos que si no se produce la rectificación, muy pronto el descontento laboral, podría obstaculizar el avance del PMRT.
 

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