lunes, 29 de setiembre de 2014

PRIMERA PALABRA

SANCIÓN EJEMPLAR PARA FUNCIONARIOS CORRUPTOS.

 
El Estado Peruano por intermedio del Gobierno, se ha demorado mucho en tomar el toro por las astas.  Nos referimos a las alarmas que sonaron hace mucho tiempo en relación al fenómeno de la corrupción, que como infección generalizada, no tiene distingos en toda la estructura de la Sociedad Peruana.  Alarma de tal magnitud, reveladora de tal descuido, que hoy, nos califica como una de las naciones con mayor grado de corrupción en el planeta.

Empero, la situación se torna contradictoria y mas grave, cuando los destapes que son casi  todos los días, ponen en sobreaviso, que el nervio de la corrupción, la ejercen con toda impunidad, quienes son representantes de los poderes de Estado. Hace tiempo que nos hemos dado cuenta que no se trata de actos aislados -o- brotes epidémicos que recién van brotando; somos un enfermo que le brota la pus donde se le pone el dedo.

En todos los poderes de Estado, Instituciones policiales, organismos de control, fiscalización, gobiernos regionales, Institutos Armados., municipalidades, empresas públicas; en todos ellos, y en todos los niveles, el flagelo de la corrupción se patentizó al extremo de convertirse en frondosas redes criminales de coberturas dantescas.  El peligro es tal, que por los grandes personajes comprendidos en la "liga delincuencial", por ahora, el país se muestra incrédulo de llegar a destaparla de toda su infinita dimensión.

El Presidente de la República, al fín anunció algo bueno;  cuando los peruanos estamos por perder la esperanza de aferrarnos a la cuerda de salvación, el primer mandatario de la Nación Ollanta Humala, anuncia que enviará al Congreso de la República, un proyecto, cuya intención es, sancionar de por vida al funcionario de Estado comprometido en corrupción, en detrimento del mismo.  La idea del Presidente es impedir el acceso a la función pública, al funcionario ladrón y todo lo que califique como tal.

De prosperar esta intención del Ejecutivo, desde ahora, le "quemaríamos las manos", se le cortaría la soga a jueces, fiscales, congresistas, ministros lobistas.  Es la medida justa y necesaria que hacía falta; pudiera ser, que todavía con esto, no se logre eliminar el monstruo existente, que presagiamos su dimensión; pero, se evitaría que un parlamentario, un juez, un fiscal, policia y otros, sean sancionados "administrativamente" y luego de algunos meses, regresen bien orondos a seguir mellando, enriqueciendo sus ambiciones.

En efecto, y ojalá que la propuesta del Presidente, sea impedir a perpetuidad a quienes ejercen la función cautelar del Estado, denigran, corrompen, esa función.  Lo que hemos observado los peruanos con los congresistas actores de la mas repugnable telenovela, contradice en todos los extremos la función pública del Estado.  Allí está el penúltimo caso del congresista, que alquila su vivienda en Huanchaco, a una red  del narcotráfico mexicano. 

Por la gravedad de la situación, desde hoy mismo, debería aplicarse esta forma puntual de sanción.  Si se recurre a las estadísticas, vemos como en la fecha, no menos, de 100 funcionarios suspendidos por sus fechorías, se encuentran a la espera de cumplir sus castigos para volver a las andanzas.  Un caso, es el del dictador Fujimori, quien no pierde las esperanzas de salir de la cárcel para postular y gobernar la Nación. Inaudito.

Otros casos de ex presidentes, ladrones de cuatro esquinas, ministros que han entregado los lotes petroleros y otras riquezas por espeluznantes lobys,.  En todos los niveles, la cosecha de corruptos y deshonestos nunca se termina.  Curioso, muy curioso y conchudo, es que este país siga gobernado por una castra de incorregibles, refugiados en una mal llamada clase política.  Esperemos pués que el anuncio no sea algo mas de las ambiguedades del Presidente Ollanta Humala.

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