CUANDO CALIENTA EL SOL.

Con la llegada del verano debemos extremar los cuidados no solo con nuestra piel, sino con lo que consumimos. Es muy común descuidar lo que ingerimos y es ahí que la proliferación de bacterias juega en contra de nuestra buena salud.

Para el gastroenterólogo Juan Carlos Niebuhr, es indispensable contar con una buena refrigeradora, “que necesariamente no debe ser la más costosa, sino la que funcione en perfectas condiciones". "Los alimentos en verano deben ser lo más fácil de digerir. Opte por las verduras y frutas. No es recomendable los guisos ni las comidas muy aderezadas, ya que su proceso de fermentación es más rápido. Evite los calentados y obvie las combinaciones", expresa.  "Un desayuno ideal será el que contenga panes integrales tostados y raciones de papaya, melón o durazno. El almuerzo debe contener una buena ensalada, evitando las mayonesas. El arroz y un trozo de pescado hacen una buena combinación alimenticia."

"No descuide la cena, en esta estación el yogur es una buena alternativa. Las tostadas también y recuerde siempre comer tres horas antes de irse a acostar. Evite las gaseosas a cualquier hora".

Cinco comidas

Otra de las recomendaciones es incorporar cinco raciones de comida al día, evitando las galletas o queques, que solo disminuyen el apetito del almuerzo.

 Recuerde que las enfermedades más comunes a causa de la mala conservación de los alimentos son las infecciones diarreicas, que podrían desencadenar en una gastroenterocolitis, la cual produce dolores abdominales, náuseas, vómitos y fiebre.