jueves, 5 de junio de 2014

PRIMERA PALABRA.

                         EL PERÚ EN GRAVE APURO

La cuenta se aumentó; no hace mas de dos meses, fue descubierto en dos regiones del país, dos focos de corrupción en el sector público del Estado. Luego, el número se incrementó, y ahora a los nombres de Ancash y Tumbes... se agregan: Pasco, Arequipa, Loreto, Amazonas; con estas denuncias, los peruanos quedamos atónitos con la impresión que el destape recién comienza.

El fenómeno que complica la estabilidad institucional del país, compromete a todo el sistema de la gobernabilidad, ahora en proceso de corrupción generalizada.  En todos los sectores huele a podrido.  El mismo Poder Ejecutivo con un irreverente desgobierno que la clase política llama gobierno conyugal; iguales destapes se dan en los otros del poderes de Estado; también, en  actitudes tarda y sospechosa en los organismos de control.

El daño que todavía no se puede dimensionar en toda su magnitud, no viene provocando la reacción del Estado en todas sus estructuras jurídicas, que ya deben acudir con todos los mecanismos de emergencia tomando las medidas pertinentes.  Creemos que el daño de un Estado en proceso de corrupción, podría tener efectos peores, mas tenebrosos a las calamidades de la guerra -o- de otras formas de conflagraciones.

Peligrosa la inacción del Estado que no reacciona cuando ya ha debido tomar medidas de alarma nacional.  Por su parte hemos visto como el Congreso de la República ha continuado su ruta impasible, sin tomar medidas ni someterse a las responsabilidades que le confiere su función Constitucional.  Ni siquiera atina en sancionar el absurdo e inconstitucional  co-gobierno que se opera  en el manejo de la administración nacional. 

Es que no nos estamos dando cuenta, no somos conscientes que el Perú está siendo manejado por una mafia, un cartel de delincuentes que han doblegado y sometido la moral nacional.  El Perú se derrumba, ya no gobierna la ley, el orden, la Contitución de Estado, Los Poderes Públicos; ahora es la ley de los avezados, del crimen, del sicariato y otras metodogías del crimen organizado aún no detectadas.

Nunca hemos estado en peor y amenazante peligro como ahora; sin embargo la alarma nacional se ha silenciado.  Quiere decir todo esto, que los organismos de control que debieron implementarse después que se promulgara el proceso de descentralización, dejó que los mafiosos tomaran el timón, organizarse en bandas y someter la Institucionalidad nacional.

De que ha servido que muchas regiones, provincia, municipalidades, fueran asistidas con el beneficio de la Ley del Canon, como una gran respuesta a sus elevados derechos, si esas conquistas hasta el momento fueron llevadas a repartijas insólitas ante la ceguera del Estado de Derecho, que ha venido actuando con incapacidad e impunidad.  

Ahí está la vergonzosa fotografía nacional: Presidentes Regionales presos, Alcaldes vacados, congresistas como genios de actos inverosímiles; ministros sometidos ante las angurrias y ambiciones de poder de una "Primera Dama de la Nación", jueces y fiscales prevaricadores, policias, periodistas comprados con dinero lavado y corrupto.  ¿Hacia dónde va el Estado Peruano?, yo si creo que el Perú está en grave apuro.



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