lunes, 16 de enero de 2012


C  O  M  E  N  T  A  R  I  O

                          RICHARD KINBOLL


PETROQUÍMICA PARA ILO:  ¿Y TALARA?



 La pregunta que nos hacemos, responde al reto que el desarrollo de un país atendiendo sus potencialidades debe ser armónico, pendular y ejecutarse en su tiempo exacto.  Cuando esto no se produce, da la impresión que no se tienen los estudios con respuestas a la aplicación de políticas sectoriales que propendan equilibrio sustentable.

En el Perú somos conscientes que las grandes reservas de gas en los lotes 66 y 88 de Camisea en el sur peruano, son sustentables para el gran salto al desarrollo energético del país.  Por esa realidad que nos prodiga Camisea, el Perú se pone a la cabecera, después de Venezuela con su empresa Pequivesa (petroquímica), para ir en la búsqueda de la ansiada transformación.

Claro, lo de Camisea es una realidad inobjetable, eran los descubrimientos que vinieron en el mejor momento para equiparar el esfuerzo energético nacional, y el país pueda cumplir con su demanda nacional en su rol de masificar el mercado.  Y no solo ello, la idea del Gobierno y los sectores que trabajan en esta tecnología, es aprovechar al máximo el recurso dotándole del valor agregado mediante el aliento y la articulación industrial de la Petroquímica.

Precisamente el actual gobierno del Presidente Ollanta Humala con bastante acierto en el manejo petroquímico, viene otorgando mucha preferencia para dinamizar el impulso de esta actividad en el Perú.  Recordemos que otros país latinoamericanos como Venezuela, Mexico, Brasil, nos llevan de 30 a 40 años delante en el aprovechamiento del gas natural y su conversión a decenas de otras industrias conexas.  El Perú tuvo una gran oportunidad a partir de 1975 cuando en el norte peruano (Talara), ya había creado las Plantas Petroquímicas de Fertilizantes (úrea), Negro de Humo (carbón) y solventes (alcoholes-cetonas), que luego fueron desactivadas.

En el diseño de este gran salto, el Ministerio de Energía y Minas ya viene anunciando la construcción de una Planta Petroquímica en ILO (Arequipa) que tendrá una expectativa industrial y laboral asegurada para los próximos 40 años.  El gobierno proyecta una millonaria inversión con apoyo de capitales de inversionistas privados.  El proyecto implica la construcción de un gasoducto con tecnología de última generación que cubrirá el recorrido Camisea - Ilo.

Nadie puede dudar que el Proyecto Petroquímico Peruano, ahora que se suma a su consolidación, Venezuela que acaba de incorporar a Petróleos del Perú a la faja petrolífera del Orinoco y  Pequivesa de Venezuela, quien  aportará toda su tecnología acumulada de primer país petrolero de American Latina, tiene la suerte de poner al Perú como uno de los mas desarrollados y asequible al mercado de los hidrocarburos.  Los cálculos son muy alentadores, todo depende de la sobriedad y eficiencia que se le reserve, sin comprometer como en el caso del petróleo, el interés nacional.

Una observación sólamente en el presente comentario.  Somos de la idea que el desarrollo petroquímico debe ser armónico, equitativo y pendular aprovechando todas las reservas gasíferas del pais tanto en el Sur con Camisea y en el Norte con las importantes reservas que las transnacionales como SAVIA, vienen descubriendo en la faja marítima de Talara-Chimbote.  Si bien es cierto que las reservas del norte peruano no se equiparan a su par de  Camisea, pero con políticas bien sustentadas del sector, se debe dar el impulso a la petroquímica a partir de Talara.

Talara no debe dormir en  sus laureles, el Perú se desplaza hoy por una gran coyuntura muy decisiva en el sector de los hidrocarburos, y esa oportunidad permita que le recordemos al Perú que existen valores de orden histórico, que deben pesar en el ánimo de todo gobierno nacional en su rol de estimular y sentar justicia a favor de los pueblos petroleros del norte, que por el término de casi dos siglos, han marcado el aporte mas importante al desarrollo energético del Perú.

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