No más desigualdad
En el gran desafío de la lucha contra la pobreza, el problema que demanda más urgente solución en nuestro país es el de la exclusión, es decir la desigualdad entre los peruanos que viven en las grandes ciudades o en las zonas rurales más desarrolladas y aquellos que sufren extremas necesidades en las zonas más apartadas y marginadas, donde no hay oportunidades de trabajo ni acceso a los servicios más indispensables.
Bajo esta premisa, el gobierno del presidente de la República, Ollanta Humala Tasso, está concentrando sus esfuerzos por llevar los servicios más elementales a las zonas más apartadas y marginadas del país, donde existe gran potencial productivo pero las poblaciones sufren, además de pobreza, la ausencia del Estado, falta de vías de comunicación, electricidad, agua, servicios de salud, educación y alimentación.
Durante la semana pasada se han dado pasos muy importantes para intensificar las estrategias de la lucha contra la pobreza y a favor de la inclusión social, ahora con el compromiso de los gobiernos regionales, municipalidades y otros sectores de nuestra sociedad.
El programa Juntos anunció la incorporación de 242,000 nuevos hogares, y que al finalizar el año se llegará a 1,024 distritos de 14 regiones, mientras que ahora la cobertura alcanza a 703 localidades.
Luego, el Jefe del Estado, los gobiernos regionales y las municipalidades suscribieron el Compromiso Nacional para la Lucha Articulada contra la Desnutrición Infantil, un paso decisivo e histórico en la lucha contra la pobreza, empezando por los más vulnerables que son nuestros niños que viven en situación de extrema pobreza.
A este documento vinculante se ha sumado la creación del Fondo de Lucha contra la Desnutrición Infantil por más de 2,700 millones de nuevos soles anuales, con recursos del Gobierno Central y las regiones, para hacer frente a ese grave problema.
Es más, en el proyecto de Ley de Presupuesto para el Sector Público en el ejercicio de 2013, que será expuesto ante el Congreso de la República para su aprobación, se ha incluido la creación de un Fondo para la Inclusión Económica en Áreas Rurales, con una partida inicial de 400 millones de nuevos soles.
El objetivo central de este fondo, que será administrado por el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social, es precisamente crear una infraestructura mínima y posibilitar el acceso a los servicios básicos en las zonas más pobres del país.
En esta línea de acción existe un consenso nacional por parte de los gobiernos regionales, municipalidades, organizaciones políticas democráticas representadas en el Congreso de la República y otras instituciones sobre la necesidad de respaldar estas acciones que son vitales para que el Perú pueda seguir creciendo con justicia y sin desigualdades.
Entidades de reconocida labor social, como la Mesa de Concertación para la Lucha contra la Pobreza (MCLCP), han subrayado la urgencia de que el Congreso apruebe dicha Ley de Presupuesto 2013, por ser un instrumento eficaz para afianzar el crecimiento económico del país y por ser inclusivo, con un enfoque eminentemente social.
Entre otras adhesiones, el presidente de la Comisión de Presupuesto del Congreso, Josué Gutiérrez, ha manifestado que la propuesta del presupuesto tiene una orientación social que generará un alto impacto en la lucha contra la pobreza y en la reducción de conflictos.
Por su parte, el presidente de la Comisión de Economía del Legislativo, Fernando Andrade, señaló que el mencionado proyecto tiene fundamentalmente un carácter descentralizador y un financiamiento adecuado.
En dicho presupuesto también destacan los aumentos salariales y el financiamiento de las políticas de educación, seguridad y salud.
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